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El Telégrafo
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Activistas tildan de ‘tibios’ los compromisos por el cambio climático

Obama presiona para que sigan sanciones a Rusia

Los participantes de la cumbre del G7, en Elmau, posaron para una fotografía ayer. Foto: AFP
Los participantes de la cumbre del G7, en Elmau, posaron para una fotografía ayer. Foto: AFP
09 de junio de 2015 - 00:00 - Agencias

Elmau.-

Los líderes del grupo de 7 de los países más industrializados del mundo (G7) acordaron ‘acelerar’ las negociaciones sobre el polémico acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (TTIP, por sus siglas en inglés). Así lo señala la declaración final que se emitió tras la cumbre del G7 que concluyó ayer en el sur de Alemania, y a la que tuvo acceso la agencia DPA.

Los líderes de Alemania, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá pidieron avanzar “en todos los ámbitos de negociación” con el objetivo de lograr “acuerdos que perfilen un tratado” con rapidez, de ser posible antes de fin de año.

La canciller Angela Merkel, anfitriona de la cumbre en el palacio de Elmau, es también una de las mayores impulsoras del TTIP en la UE, pese a las voces que en Alemania y otros países europeos alertan de que el tratado podría reducir estándares comunitarios en campos como medio ambiente y consumo.  

Precisamente, mañana 10 de junio tendrá lugar en el Parlamento Europeo un debate de envergadura sobre la aprobación del TTIP. Del pleno saldrá la opinión de la Eurocámara sobre el tratado que negocian Estados Unidos y la UE. Será una de las semanas plenarias más intensas que se recuerdan porque los eurodiputados también abordarán la situación de Grecia, las relaciones con Rusia, la corrupción en la FIFA e incluso acudirá el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a discutir sobre la pena de muerte.

El texto será presentado por el socialdemócrata germano Bernd Lange que preside la comisión de Comercio Internacional (INTA). La polémica en torno a este tipo de tratados de libre comercio comenzó a virar hacia el Trade in Services Agreement (TiSA), un acuerdo vinculado al TTIP, que comenzó a negociarse en 2012 pero que saltó a la luz pública el año pasado, cuando una filtración de WikiLeaks dio a conocer uno de los puntos centrales de las negociaciones, que impedía publicar el contenido de los acuerdos que se alcanzaran hasta 5 años después de que entrasen en vigor.

Esta filtración llevó a que en verano de 2014 la Unión Europea decidiera hacer públicas sus propuestas para el acuerdo, pero el debate sobre estas negociaciones ha vuelto a saltar a primera línea informativa tras una segunda publicación de WikiLeaks y algunos medios asociados de contenidos de las conversaciones e incluso de notas internas de algunos países. Según el portal, el objetivo de TiSA, “es construir un complejo entramado de normas y reglas diseñadas para evadir las regulaciones estatales y burlar los controles parlamentarios sobre el mercado global”.

Nueva amenaza a Rusia

Por otra parte, los dirigentes del G7 también amenazaron con endurecer las sanciones a Rusia por su papel en el conflicto ucraniano. Dichas sanciones, indicaron en el comunicado final, “podrán levantarse cuando

Rusia cumpla con estos compromisos”. “No obstante, estamos dispuestos a tomar otras medidas restrictivas para aumentar el coste para Rusia, si sus acciones lo hacen necesario”, advirtieron.

Los dirigentes del G7 formularon su amenaza contra el presidente ruso Vladimir Putin, luego de ser presionados por el presidente Barack Obama, según informaron medios internacionales.

Obama habría ‘recomendado’ seguir con la línea dura hacia el gobierno de Vladimir Putin, excluido del foro G7 luego de la anexión de Crimea el año pasado. Los aliados británico y canadiense respaldaron la posición.

La segunda y última jornada de la cita del G7, estuvo centrada en las negociaciones sobre el clima y la lucha antiterrorista.

Los 7 países más industrializados acordaron tomar medidas para que el calentamiento global no sobrepase los 2 grados centígrados con respecto a los valores preindustriales. Esto implica que los miembros del G7, entre los más contaminantes, deberán reducir en las próximas décadas sus emisiones de los gases que, como el CO2, azuzan el calentamiento global. Los activistas tildaron estos compromisos de ‘tibios’.

Preocupados por el caos en Libia, donde el Estado Islámico (EI) amplía su influencia, los siete dirigentes pidieron a las autoridades rivales de este país tomar “decisiones políticas audaces” para superar sus divisiones, que han contribuido a hundir el país en una guerra civil.

La canciller alemana Angela Merkel destacó también la urgencia de cerrar con un acuerdo las negociaciones entre Grecia, al borde de la asfixia financiera, y sus acreedores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). (I)

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