La Unión Europea (UE)  mantendrá sus fronteras exteriores cerradas a una mayoría de países cuando este miércoles inicie el proceso de reapertura de un espacio que lleva sellado desde el 16 de marzo, día en que la Comisión Europea planteó esta medida para evitar la propagación del coronavirus.

Los Estados miembros aún negocian la elaboración de una lista reducida de países a los que levantar el veto de entrada desde el 1 de julio.

La propuesta que está encima de la mesa se limita a 15 países, y en un caso concreto, el de China, supeditado a la reciprocidad, es decir, a que Pekín también abra sus fronteras a los pasajeros procedentes de la UE.

Los que quedan fuera son Estados Unidos, Rusia y Brasil, tres grandes países con unos datos de expansión de la pandemia superiores a los parámetros con los que trabaja la UE.

Este proceso se realiza de forma coordinada con la reapertura de las fronteras interiores de la zona Schengen, que inició el 15 de junio. (I)