Obama presenta su nuevo plan para crear empleos
El presidente estadounidense Barack Obama tenía previsto presentar ayer en la noche ante el Congreso un ambicioso programa de lucha contra el desempleo que podría exigir 300.000 millones de dólares de inversión, según diarios estadounidenses.
El Mandatario emplea este mecanismo por quinta ocasión para intentar demostrar a la sociedad norteamericana de que tiene propuestas claras para salir del marasmo económico. El desempleo es la principal preocupación del ciudadano medio en EE.UU., ante una tasa del 9,1% que no da signos de bajar a pesar de un gran plan de estímulo económico lanzado en 2009 y sucesivos recortes de impuestos.
La popularidad del jefe de Estado ha ido bajando paulatinamente en los últimos meses, a medida que las noticias económicas confirmaban que Estados Unidos no despega.
Barack Obama busca su reelección dentro de 14 meses, y el Partido Republicano ya calienta motores para retarlo con un adversario sólido.
Los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, han conseguido en los últimos meses rebatir las propuestas económicas del gobierno vinculándolas al déficit público.
Hasta el cierre de esta edición, el Presidente no exponía su plan, pero según filtraciones divulgadas por la prensa estadounidense, en el proyecto se propone la creación de un banco público de infraestructura, una prolongación de los actuales recortes fiscales para la clase media y medidas para favorecer la creación de empleo entre las pequeñas empresas.
El gobernante podría confirmar también que va a mandar al Congreso para su ratificación los Tratados de Libre Comercio pendientes con Corea del Sur, Colombia y Panamá, algo que le exige repetidamente la oposición.
“ Obama se toma muy seriamente medidas que sean responsables, que tengan apoyo bipartidista y que tienen un impacto rápido y directo en la economía y en el empleo”, explicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
La estrategia del Presidente, según observadores, es proponer un plan que si es rechazado por razones de austeridad, acabe dañando las opciones electorales de los propios republicanos.
El gobierno podría buscar la financiación mediante un aumento de impuestos a los más ricos o el fin de exoneraciones fiscales para las grandes empresas, según expertos.
Los republicanos ya rechazaron ambas propuestas en junio pasado, durante el encarnizado debate en torno al aumento del techo de endeudamiento público. “Escucharemos educadamente lo que (Obama) tiene que decir y le echaremos un vistazo al plan, pero nuestro punto de vista es que tenemos que ir en una dirección que tranquilice al sector privado”, explicó el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.