El nuevo gobierno conservador de España aprobó este viernes sus primeras medidas de ajuste, con la congelación de las pagas de los trabajadores públicos, el incremento de su jornada laboral y la subida de varios impuestos.

La vicepresidenta del ejecutivo ibérico, Soraya Sáenz de Santamaría, del derechista Partido Popular (PP), anunció que se congelan los sueldos de los empleados, quienes verán aumentada su jornada de trabajo semanal hasta las 37,5 horas, de las actuales 35.

Al término de la reunión semanal del Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría precisó, además, que se decidió mantener en 641 euros el Salario Mínimo Interprofesional, siendo la primera vez desde 1966 que esta remuneración no sube.

En un anticipo de los duros recortes sociales y laborales que aplicará en 2012 para ganar la confianza de los mercados financieros, la administración de Mariano Rajoy aprobó una primera poda del gasto de ocho mil 900 millones de euros.

Se trata de medidas extraordinarias y excepcionales, afirmó la vicepresidenta en el Palacio de la Moncloa (sede gubernamental), tras achacar esa contracción del gasto al incumplimiento del déficit fiscal en 2011, por el anterior gobierno, de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según sus estimaciones, el déficit público de este año será de 8,0 por ciento del Producto Interno Bruto, frente al compromiso oficial de 6,0 por ciento para el cierre de este ejercicio, como exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.

Aunque los mayores recortes corresponden a los Ministerios de Fomento, Industria, Economía y Asuntos Exteriores, se afectan otros como los de Educación y Salud, cuyos presupuestos sufren un desmoche de 485 y 409 millones de euros, respectivamente.

La Moncloa sancionó también “un recargo complementario y temporal” de dos años en rentas de trabajo y “especialmente” de capital, así como el alza del impuesto de bienes inmuebles y la supresión de las bonificaciones al gasóleo profesional.

En medio de ese desolador panorama, sobre todo para los sectores más vulnerables y afectados por la crisis, Sáenz de Santamaría ratificó el alza de las pensiones, único compromiso electoral contraído por el PP, antes de las elecciones generales de noviembre último.

Asimismo indicó que se prorrogará, a partir de febrero venidero y por seis meses más, la ayuda de 400 euros a los desempleados, que rozan ya los cinco millones de personas.

Ese monto lo cobran los parados que hayan agotado sus prestaciones, carezcan de rentas y participen en programas de formación/PL.