Los mercados bursátiles vivieron ayer una nueva jornada negra, arrastrados por el miedo al contagio de la crisis de la deuda en la Eurozona a España e Italia y por las malas perspectivas de la economía de EE.UU.

La adopción del acuerdo para aumentar el techo de la deuda en Washington no bastó para llevar la calma a las principales bolsas. Los temores suscitados por el enfrentamiento político estadounidense han recrudecido las tensiones en los países más débiles de la zona euro.  Las cámaras estadounidenses autorizaron  elevar en $ 900.000 millones   el tope del endeudamiento estatal, que es de $ 14,3 billones.

Después del anuncio de los indicadores de Estados Unidos, que han reforzado los miedos sobre la salud de la primera economía mundial, las bolsas europeas cayeron brutalmente. La de París perdió 1,93%, Londres 2,34%, Fráncfort 2,30%, Milán 1,54% y la de Madrid 0,85, después de haber evolucionado buena parte de la jornada en verde. Ocultado temporalmente por las discusiones sobre la deuda en Estados Unidos, el temor por el débil crecimiento de la economía estadounidense se ha encaramado a lo alto de las preocupaciones.

“El crecimiento estadounidense es netamente inferior a las expectativas este año y seguirá siéndolo si la confianza no se restablece rápidamente”, dijo François Duhen, estratega de Crédit Mutuel-CIC.

Poco después de la publicación del índice sobre la actividad en los servicios en Estados Unidos  cuyo crecimiento se ralentizó en julio, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York, perdía 0,92% y el Nasda.

Al final de la jornada, Wall Street cambió  la tendencia bajista   y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, acabó finalmente con un ascenso del 0,25%.

Del otro lado del Atlántico, los temores al contagio de la deuda se acentuaron en la Eurozona. En Italia y España, en el ojo de mira de los mercados, la movilización fue  máxima ayer para intentar frenar esta espiral infernal. En primera línea, el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ante el Parlamento que el país tiene bases económicas sólidas y bancos solventes, aunque reconoció que  necesitan de un plan de acción inmediato para responder a los mercados e incentivar el crecimiento.  

Italia, tercera economía de la Eurozona, pesa dos veces más que los tres países salvados juntos, Grecia, Irlanda y Portugal. Si cede, la Eurozona  podría verse amenazada.

En España, el jefe del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó a una reunión urgente y pidió una respuesta europea para calmar a los mercados. En Alemania, un portavoz del gobierno aseguró que Madrid y Roma no tienen razones para exasperarse y atribuyó las turbulencias a que en verano tienen  un mercado muy pequeño en el que los movimientos se amplifican.