Entrevista / Matías Alonso / Secretario General de Ciutadans-Partido por la Ciudadanía DE CATALUÑA
“ No se dan condiciones democráticas que permitan consultar a la gente”
Matías Alonso es un político con ideas claras y con un discurso que no se separa ni un milímetro de la línea marcadamente derechista de su partido político, Ciutadans-Partido por la Ciudadanía. En las últimas elecciones al Parlament de Catalunya de 2012, Ciutadans consiguió 9 escaños, con lo cual logró superar su representatividad respecto a la anterior legislatura. Junto con el Partido Popular, en Ciutadans están convencidos de que la consulta soberanista del 9 de noviembre no se celebrará y que Artur Mas deberá acatar la prohibición por parte del gobierno español. El secretario general del partido atendió a EL TELÉGRAFO y abordó los temas que preocupan a la sociedad catalana.
Ante estos días de incertidumbre política, ¿qué tiene que decir la cúpula de Ciutadans a la población de Cataluña?
No hay tal incertidumbre. Hay una certidumbre, que es que no se va a celebrar un referéndum el 9 de noviembre. Por lo tanto, la incertidumbre no existe. Lo que yo querría decir a la ciudadanía catalana, sobre todo a aquellos que han puesto sus expectativas a la posibilidad de que se celebre un referéndum el día 9 de noviembre, que precisamente los promotores han dado todos los pasos para convertirlo en imposible. Esa certidumbre es máxima. Los pasos que se han dado han convertido el desafío en imposible.
¿Qué es para usted la democracia?
Es, sobre todo, el respeto a la ley, al ordenamiento jurídico, al estado de derecho, cuando el Estado es un Estado social y democrático, como es el caso de España. Por lo tanto, la primera obligación de cualquier gobierno es respetar el marco legal y no aprovechar su posición preeminente, de poder, para subvertir esas leyes y hacerlo como se ha hecho en el caso del gobierno de Cataluña, utilizando desinformación, propaganda, medios públicos e incluso la movilización de las masas. Hay que recordar que hay diversos procesos separatistas ahora mismo en Europa y que el único que ha movilizado a las masas desde el poder es el proceso catalán.
¿Que 1,8 millones de personas se manifiesten por la consulta del 9 de noviembre y que un partido como el suyo o como el PP defiendan la posibilidad de no celebrarla va en contra de la democracia?
Nosotros nunca hemos dicho que no se pueda votar. Nosotros decimos que no se dan las garantías democráticas necesarias para que haya un referéndum de autodeterminación el 9 de noviembre, ni en ninguna otra fecha. Lo que no es aceptable es que desde el poder se movilice a las masas, y eso se lleva haciendo desde julio de 2010 con José Montilla y luego con Artur Mas. También lo está haciendo una sociedad civil, que hay que recordar, es una pata de partidos políticos determinados, como son Esquerra Republicana de Catalunya y Convergència Democrática de Catalunya, que está movilizando a las masas desde el poder, a base de mentiras y propaganda. No se dan condiciones democráticas que permitan consultar a la gente.
¿Por qué dice que no fueron 1,8 millones de personas?
Simplemente porque no caben físicamente. Si cupiesen me lo hubiera creído. Lo lógico es que quepa un tercio de eso. Como máximo pudieron haber estado 600.000 personas, pero tampoco las había. Lo que no puede ser, no puede ser. Y ya lo dije en 2010 cuando se habló de 2 millones de personas. Si se hubiera allanado el Eixample, si se hubieran derruido todas las manzanas y se hubiera tenido una gran explanada, tampoco hubieran cabido los 2 millones. Eso es una realidad geométrica. Dónde caben 3 no caben 20.
Los partidos contrarios a la consulta se amparan en la Constitución de 1978, renovada en 1992. ¿Sabe usted que, junto con Dinamarca, la Constitución Española es la menos actualizada de Europa?
Ha habido una reforma hace muy poco por la vía de las Cortes Generales, que reformuló un artículo muy concreto. La Constitución Española tiene mecanismos de reforma, evidentemente, pero también mecanismos de salvaguarda para quienes quieran saltársela a la torera, como es el caso en Cataluña.
El viernes pasado se aprobó la Ley de Consultas no referendarias en el Parlament, con la oposición del Partido Popular y Ciutadans. ¿Por qué votaron en contra?
Porque se quiere utilizar como un instrumento, no para una consulta, sino para un referéndum de autodeterminación, y porque ese objetivo está claramente fijado en el pacto de gobierno que tienen suscrito CiU y ERC. Nosotros no solo hemos votado en contra de esta Ley de Consultas, que es una ley trampa, sino que en el momento en el que vimos la deriva que estaba tomando la ponencia de la ley y cuál era la intención, también nos apartamos de la propia ponencia y su desarrollo.
Si finalmente Artur Mas saca las urnas el 9 de noviembre, ¿cómo actuará Ciutadans?
Simplemente es un escenario muy improbable, porque estaría vulnerando gravísimamente la ley y el ordenamiento constitucional. Lógicamente, el estado de derecho está vigente en España, por lo tanto está vigente en Cataluña y, a partir de ahí, el señor Mas y los que le siguieran tendrían que atenerse a las consecuencias si hicieran tal despropósito. Desde luego, no está en manos de Ciutadans aplicar ninguna medida al respecto.
A Mas y a Junqueras se les ve muy convencidos de que sí se va a celebrar.
Mas y Junqueras quieren mostrarse muy convencidos, pero están convencidos de que no se va a celebrar la consulta. Lo que pasa es que están montando una tramoya, un artificio, y están intentando mantener la expectativa en ese supuesto 23% de independentistas que dicen las encuestas que hay en Cataluña, para mantenerles movilizados. Lo que a mí me preocupa no es eso, sino de qué forma gestionarán la frustración que les va a generar la realidad de los hechos. En el momento en que se suspenda el decreto de convocatoria, ¿qué pasará y de qué forma? El irresponsable que tenga la responsabilidad de la gestión, que es en primera instancia el señor Mas, ¿de qué forma va a ser capaz de gestionar y canalizar la frustración de buena parte de la ciudadanía catalana?
¿Se pondrían del lado del Gobierno español y apoyarían cualquier decisión para combatir la consulta?
Lo que se pretende desde el separatismo es plantear dos supuestos bandos y que se enfrenten. Se enfrentará quien se quiera enfrentar, luego lo que primará será el estado de derecho y sus instrumentos se aplicarán en consecuencia. En función del desvarío habrá una respuesta adecuada a ese desvarío. Los escenarios que veo son escenarios normales, racionales, de madurez política. La sociedad catalana es una sociedad madura políticamente, otra cosa es la irresponsabilidad de algunos líderes. Calentar la olla tiene sus consecuencias. Cada vez la gente tendrá mayor escepticismo porque, como se dice en catalán “se’ls hi veu el llautó” (se les ve el plumero). De todas formas, les interesa mantener esa tensión en máximos.
¿España roba a Cataluña?
Esto es la desvergüenza llevada al extremo. Es una frase tonta que se le ocurrió al señor López Tena y que hizo fortuna. Si fuera así, Cataluña estaría muy lejos de ser la comunidad autónoma con mayor autonomía en el mundo. Voy a poner un ejemplo. En los años que empezaba la crisis en España, Cataluña estaba en el 120% de la renta per cápita europea, por encima de la media española. Si Cataluña hubiera estado espoliada por España, estaría a los niveles de Extremadura o de una región pobre. Se están utilizando dos mitos de forma continuada: uno, el de “España nos roba”, cosa que es absolutamente falsa, ya que parte de los ladrones son también catalanes; y el segundo es el de las balanzas fiscales que se publican en todo el mundo, ya que ninguna de las balanzas fiscales de Europa se publican en ningún sitio. Solo se ha publicado fuera de España en 2007, gracias a una fundación privada. Son dos mitos que se utilizan día a día para encender los ánimos de la población catalana y que están muy alejados de la realidad.
¿Entiende que haya catalanes que no se sientan españoles?
Por supuesto. Incluso catalanes que no se sienten catalanes. Es cuestión de sentimientos, algo que no tiene nada que ver con la política. Lo que sé es que España es un Estado social y democrático de derecho y que existe una figura, que es la Nación Española, que es el conjunto del pueblo español que se ha declarado soberano y que ha tenido la facultad de otorgarse a sí mismo garantías de libertad, justicia, igualdad, pluralismo político. Es la idea de nación que nosotros entendemos y respetamos. Fuera de eso, cualquier otro tipo de nación es ampliamente discutible. Aquí se está vendiendo la idea de que Cataluña es una nación, que los catalanes somos diferentes.
En el momento en que se llega al populismo de incentivar los sentimientos de la gente, estamos corriendo un gravísimo riesgo y atentando gravemente a los pilares de la democracia. Nuestro convencimiento es que solo hay un tipo de nación que merece la pena defender, que es la nación de corte constitucional, que te iguala en derechos y obligaciones, y a partir de ahí podemos hablar de lo que haga falta.