Niños atrapados en la cueva de Tailandia abandonarán el hospital este miércoles
Los 12 niños y su entrenador de fútbol rescatados tras pasar 18 días atrapados en una cueva de Tailandia abandonarán el hospital este miércoles y hablarán con la prensa por primera vez, anunció un portavoz del gobierno.
El personal médico les dio el alta un día antes de lo previsto, y las autoridades esperan que el hecho de que atiendan a los medios antes de regresar a sus casas satisfará el enorme interés que suscita su historia.
"El motivo por el que se celebrará una rueda de prensa esta noche es que los medios puedan hacerles preguntas y que, después de eso, puedan regresar a sus vidas normales sin que los medios de comunicación los molesten", dijo el portavoz del gobierno, Sunsern Kaewkumnerd, a la AFP.
Los expertos advierten, sin embargo, que los jugadores del equipo de los "Jabalíes Salvajes" y su entrenador podrían sufrir trastornos de larga duración a raíz de su experiencia en la cueva de Tham Luang, en el norte de Tailandia.
No será por tanto una rueda de prensa usual. El departamento de relaciones públicas de la provincia de Chiang Rai pidió ver las preguntas con antelación y éstas se enviarán a psiquiatras para que las revisen.
El programa llamado "Enviando a los Jabalíes Salvajes a casa" se emitirá en las principales cadenas de televisión y durará unos 45 minutos, dijo Sunsern, que agregó que se llevará a cabo con un estilo informal y con un moderador. "Es probable que regresen a casa justo después de la rueda de prensa", añadió Sunsern.
Los médicos avisaron a las familias de los chicos, de entre 11 y 16 años, que deberán evitar que tengan contacto con periodistas durante al menos un mes después de abandonar el hospital.
A pesar de que tanto ellos como su entrenador están en buenas condiciones físicas y mentales, los responsables sanitarios afirman que se les someterá a un seguimiento psicológico adicional para detectar posibles traumas persistentes.
La arriesgada operación de rescate de los "Jabalíes Salvajes" cautivó al mundo entero después de que quedaran atrapados en la cueva el 23 de junio, a raíz de una crecida de las aguas.
Después de pasar nueve días sin comida ni agua, buzos británicos los encontraron demacrados, varios kilómetros al interior de la gruta.
Los socorristas estudiaron la mejor forma de sacarlos de allí y optaron por una operación arriesgada que implicaba conducir a los niños a través de pasos inundados en camillas, mientras estaban levemente sedados para evitar que entraran en pánico.
Al cabo de la operación de tres días, el rescate terminó con éxito el 10 de julio. (I)