Los cerca de 600 delegados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ratificaron ayer al mandatario Nicolás Maduro como su candidato para los próximos comicios presidenciales.   

El pasado 23 de enero, la Asamblea Nacional Constituyente decidió que las elecciones se celebrarán antes de mayo. Tradicionalmente los comicios se realizan en diciembre, aunque aún no hay fecha exacta.

“Aprobado por aclamación y por unanimidad, compañero presidente. Usted es oficialmente el candidato del PSUV”, confirmó el primer vicepresidente de este partido, Diosdado Cabello.

El pronunciamiento se efectuó luego de que Cabello le preguntó a los delegados, durante la plenaria del III congreso de este movimiento, si estaban de acuerdo.

El adelanto de las elecciones
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC), órgano plenipotenciario compuesto solo por chavistas, decretó recientemente que las elecciones en el país se celebren antes de mayo.

La ANC no es reconocida por la oposición ni por varios Gobiernos, que la consideran fraudulenta por la forma en la que fue elegida e instalada.

Apenas la Constituyente anunció el adelanto de los comicios, Maduro empezó su campaña, mientras que la oposición se dividió aún más.

La crisis de la oposición se complicó con las últimas medidas. El 25 de enero el gobierno proscribió de participar en los comicios al partido Voluntad Popular, del líder opositor Leopoldo López, por no postularse en el último comicio. Luego, mediante sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, ordenó la supresión de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como opción electoral.  

De acuerdo con los opositores, Maduro teme un candidato único como rival ya que se le complicaría ganar. Solo una de las 2 listas opositoras fue validada el pasado lunes.

La fecha en particular y las condiciones de las elecciones en general son algunos de los puntos más complicados en las negociaciones que mantienen Gobierno y oposición en República Dominicana para buscar una salida a la crisis que vive el país.

Maduro, exconductor de autobús de 55 años, enfrenta una impopularidad del 70%, según la encuestadora Delphos, pues parte de la población lo asocia con la hiperinflación -proyectada en 13.000% por el FMI para 2018- y la grave escasez de alimentos y medicinas. (I)