Inicia diálogo entre Ortega y opositores en Nicaragua
La Iglesia católica inauguró este miércoles 16 de mayo un diálogo en Nicaragua para superar una grave crisis con casi un mes de protestas que dejan 58 muertos, y en el que el presidente Daniel Ortega instó a no derramar sangre entre hermanos.
"Bienvenidos a la sesión inaugural del diálogo nacional", anunció un representante de la iglesia, en el acto de apertura.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que preside el cardenal Leopoldo Brenes, es mediadora en las pláticas, en las que los con sectores estudiantiles, empresarios y de la sociedad civil que se oponen al gobierno buscan una democratización e incluso la renuncia del mandatario.
"No debe seguir corriendo la sangre de hermanos en Nicaragua" y "la policía tiene órdenes de no disparar" a los manifestantes, dijo Ortega tras abrirse el diálogo, que se desarrolla en el seminario de Nuestra Señora de Fátima de la capital.
Mientras pronunciaba su discurso, Ortega fue interrumpido varias veces con gritos de "cese la represión" y "asesino", por representantes estudiantiles que participan en las conversaciones.
Los estudiantes son los que han sufrido mayores muertes con la represión de las manifestaciones.
El gobierno está interesado en hacer justicia por los muertos y "por eso hemos invitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)", dijo Ortega, al tiempo que agradeció a la CEN y al cardenal Leopoldo Brenes "por este esfuerzo extraordinario que han hecho para que se instale este diálogo".
Es la primera vez que Ortega, quien ha gobernado en los últimos años con un control casi absoluto del país y se ve acorralado por las masivas protestas, accede a dialogar con sus opositores. Su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo también participa en las pláticas.
Además de 58 muertos, las manifestaciones dejan cerca de medio millar de heridos, más de 60 personas aún desaparecidas, y caos en diversas ciudades a causa de los saqueos, incendios y barricadas en las calles. (I)