El Gobierno de Daniel Ortega ordenó congelar las cuentas bancarias de la iglesia de Nicaragua, algo que se dio luego de que se reportara una supuesta actividad “ilícita en el manejo de fondos”, según señala la Policía del país, por parte de personas “condenadas por traición a la Patria”.

Según los medios locales, todas las parroquias nicaragüenses se quedaron sin fondos al no poder acceder a las cuentas bancarias.

"El resultado de las investigaciones confirmó la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por ley congelar, así como otros ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en Diócesis de distintos departamentos", señaló la Policía Nacional en un comunicado.

El portal Reforma sostiene que Ortega acusó a la Iglesia Católica de apoyar la revuelta de 2018, que fue catalogada por el régimen como un golpe de estado fallido.

En esta misma semana también se reportó la detención de tres sacerdotes católicos, que habrían sido críticos con el régimen de Ortega.