El municipio de Mangaratiba, Brasil, multó a Neymar por unas obras que hizo en su casa de playa y que habrían violado las leyes ambientales del país.

Neymar tendrá que pagar 16 millones de reales, es decir 3,3 millones de dólares, y el castigo se relaciona con la construcción de un lago artificial en los jardines de la residencia ubicada en el estado de Río de Janeiro.

Según la Agencia EFE, “Hace dos semanas, la residencia fue visita por las autoridades medioambientales, que descubrieron diversas irregularidades, embargaron las obras y prohibieron el uso del lago, una decisión que Neymar luego incumplió, según vídeos publicados en internet con imágenes de una fiesta que ofreció unos días después”.

Una de las irregularidades es el desvío de un riachuelo, además de la captación de un río sin autorización, excavaciones prohibidas, uso de arena de playa y movimiento irregular de rocas y tierra.

“Las obras estaban siendo realizadas en el condominio Aero Rural, vecino al de Portobello, donde el jugador tiene otra lujosa mansión de unos 5.000 metros cuadrados”, señala EFE.