Negociadores batallan para alcanzar un acuerdo sobre el nuclear iraní
Los actores en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní han dejado este lunes todas sus fuerzas en la batalla por finalizar un acuerdo histórico que, llegando a su plazo límite, aún no se concreta.
Los responsables diplomáticos de Irán, Estados Unidos, Alemania, Rusia, China, Francia y la Unión Europea (UE) estaban todos en Viena en el 17º día de negociaciones.
Los mismos y sus equipos se preparaban para una "noche blanca" para superar los últimos obstáculos, según una fuente iraní.
Las negociaciones registraron "avances reales" pero persisten puntos de desacuerdo, estimó este lunes la Casa Blanca, dando a entender que las mismas podrían prolongarse.
"Hubo avances reales (...) pero todavía hay puntos de desacuerdo que no están resueltos", declaró Josh Earnest, portavoz del presidente Barack Obama. "Si las conversaciones siguen siendo útiles, el equipo de negociadores permanecerá en Viena", agregó.
El presidente iraní, Hasan Rohani, quien comparó a los negociadores con "alpinistas", se dirigirá a la nación por la televisión pública una vez que se concrete el acuerdo, por lo tanto sin precisar fecha ni hora.
Su enviado a Viena, el ministro de Relaciones Exteriores Mohamad Javad Zarif, dijo este lunes que Irán negociará "tanto como sea necesario para terminar el trabajo".
"Todo el mundo trabaja para alcanzar un sí hoy, pero todavía hace falta voluntad política", escribió en Twitter el diplomático iraní Alireza Miryusefi, presente en la capital austríaca.
Una fuente iraní dijo este lunes más temprano en Viena que las posibilidades de que se concrete en un acuerdo en esta jornada son "escasas". Concretamente, la fuente destacó que había una "escasa posibilidad".
En cambio, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, señaló este lunes al llegar al palacio de Coburg, donde tienen lugar las negociaciones, que "ya se dan" las condiciones para permitir un "buen acuerdo" y "no puede y no debe haber nuevos atrasos".
Cerca de la cima
Todas las partes coinciden en que, pasito a pasito, se han realizado importantes avances.
"Hemos recorrido un largo camino. Debemos coronar una cima que tenemos muy cerca. Estamos tan cerca que si lo miramos desde abajo tenemos la impresión de que ya hemos llegado, pero si estamos arriba vemos que aún quedan algunos pasos por dar", confió el domingo el presidente Rohani desde Teherán.
Iniciadas en septiembre de 2013, las negociaciones entraron en su fase final el 27 de junio con el objetivo inicial de sellar un acuerdo en tres días, pero el plazo del 30 de junio ha sido postergado tres veces, la última hasta el lunes 13 de julio.
Como muestra de que el epílogo se vislumbra ya, el ministro iraní de Interior pidió a las autoridades locales que preparen un escenario de festejos en las calles.
La población, que eligió a Hasan Rohani en 2013 con la promesa de lograr un levantamiento de las sanciones, espera notar una mejora de sus condiciones de vida en caso de que haya un acuerdo.
Se alcance o no este lunes, esta ronda de negociaciones internacionales es una de las más largas, a nivel ministerial y en un solo lugar, después del que condujo a los acuerdos de Dayton (EEUU) tras la guerra de Bosnia Herzegovina en 1995.
En abril, los negociadores se pusieron de acuerdo en Lausana (Suiza) sobre las grandes líneas de un texto, que incluía la disminución del número de centrifugadoras y de las reservas de uranio enriquecido de Teherán, lo que imposibilita en la práctica la fabricación rápida de una bomba atómica.
Preocupación en Oriente Medio
Entre los puntos de desacuerdo se encuentra el levantamiento de las restricciones sobre las armas, que Teherán, apoyado por Moscú, exige que sea inmediato. Los occidentales consideran delicada esta demanda por la implicación iraní en varios conflictos, sobre todo en Siria, Irak o Yemen.
Otro punto de desacuerdo es el ritmo de la suspensión de las sanciones.
El grupo 5+1 exige también que se dé acceso a los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) "en caso necesario", punto rechazado por algunos dirigentes iraníes.
Finalmente, los dos bandos negociadores difieren sobre la duración del acuerdo.
Si se logra un acuerdo en Viena, las relaciones de la República Islámica con la comunidad internacional podrían comenzar a normalizarse, una situación a la que se resisten las potencias sunitas de Medio Oriente y también Israel.
Precisamente, el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, dijo que aunque las condiciones para un acuerdo mejoren a último momento, éste será "malo", señalando el riesgo de "una carrera por las armas nucleares" en la región. (I)