El dirigente opositor ruso Alexei Navalni publicó este martes 15 de septiembre, una foto en la red social Instagram en la que aparece acompañado por su mujer en el hospital alemán en el que está ingresado, con un mensaje en el que asegura que el lunes (14 de septiembre), fue capaz de respirar por sí mismo todo el día.

"Hola, soy Navalni. Les echo de menos. Todavía no puedo hacer casi nada pero ayer pude respirar por mí mismo durante todo el día", afirmó Navalni, en el mensaje publicado con la foto del hospital en su cuenta de Instagram.

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Привет, это Навальный. Скучаю по вам ?. Я все ещё почти ничего не умею, но вот вчера смог целый день дышать сам. Вообще сам. Никакой посторонней помощи, даже простейший вентиль в горле не использовал. Очень понравилось. Удивительный, недооценённый многими процесс. Рекомендую

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Navalni ha estado conectado a un sistema de ventilación mecánica en las últimas semanas, desde que fue ingresado en el hospital Charité de Berlín, tras haber sido evacuado desde Rusia, donde tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras ser supuestamente envenenado en un vuelo de Siberia a Moscú.

Kira Yarmish, portavoz de Navalni, aseguró este martes que el dirigente opositor ruso planea regresar a su país cuando se recupere del envenenamiento.

"No se ha estudiado nunca ninguna otra opción. Todavía no hemos discutido los planes concretos", afirmó en un mensaje de texto remitido a Bloomberg.

En la fotografía publicada este martes, Navalni aparece en la cama del hospital junto a su mujer. De 44 años de edad, el opositor ruso fue despertado del coma inducido la semana pasada y desde entonces su estado de salud ha mejorado progresivamente.

Navalni enfermó el 20 de agosto en un vuelo que partió de la ciudad siberiana de Tomsk y y que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk.

Dos días después fue evacuado a Berlín, donde quedó ingresado en el hospital Charité. Los test realizados en Francia, Alemania y Suecia han concluido que fue envenenado con Novichok.

Los líderes europeos han pedido explicaciones al Gobierno de Rusia, que niega cualquier vinculación con el ataque. (I)