Cinco cuerpos más fueron hallados ayer en una zona sepultada por un alud de tierra en el sudeste de Brasil, con lo que ascendió a 18 el número de muertos por el alud y a 33 los fallecidos tras las lluvias que azotan la zona desde diciembre, según fuentes oficiales.

Los cadáveres corresponden a una familia, incluida una mujer con un embarazo de dos meses, que quedó atrapada el lunes dentro de su vehículo en la localidad de Sapucaia, en el estado de Río de Janeiro, dijo a la prensa Marco Antonio Teixeira, coordinador local de la Defensa Civil.

Por este deslizamiento ya murieron 18 personas, en el mayor desastre causado hasta el momento por la temporada de lluvias que empezó a finales del año pasado y se intensificó en los últimos días.

Entre tanto, la cifra total de muertos por las precipitaciones, inundaciones y deslizamientos llegó a 33, mientras miles de personas han sido evacuadas en los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo, según las autoridades.

Asimismo, más de 130 municipios en Río y Minas Gerais fueron declarados en alerta ante los pronósticos de más lluvia para las siguientes horas.

El gobierno brasileño calcula que 2,5 millones de personas han sido afectadas por la temporada de lluvias, entre evacuados, familias sin techo o que perdieron bienes. AFP