La tragedia que abrazó a la campaña electoral brasileña causa un impacto difícil de analizar tras la muerte de Eduardo Campos, candidato fallecido al caer su avión en la ciudad de Santos, pero coloca en el escenario electoral a una de las figuras más influyentes del país, Marina Silva, su compañera de fórmula.

Los analistas están divididos en cómo influirá la muerte de Campos en el tablero electoral.

Hasta la semana pasada la presidenta Dilma Rousseff lideraba las encuestas con el 36% de intención de voto, contra el 22% de Aecio Neves, de perfil liberal, del Partido Social Demócrata (PSDB), y el 9% de Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB).

La compañera de fórmula era Marina Silva, tercera en las elecciones presidenciales de 2010, quien encontró cobijo partidario en el PSB al fracasar la creación formal de su partido Red Sustentable.

Como Campos, Marina Silva fue ministra del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), pero como el líder del Partido de los Trabajadores eligió a Rousseff como sucesora, salieron de la órbita oficialista primero Marina Silva y después Campos.

“La muerte de Campos puede polarizar la elección y aumentar las chances de que Dilma gane el 5 de octubre sin necesidad de una segunda vuelta”, dijo a EL TELÉGRAFO Claudio Couto, cientista político de la Fundación Getulio Vargas.

Es que según Couto, Campos atraía votantes de centroizquierda mientras que Marina Silva ha virado tanto desde el ambientalismo hacia otras zonas políticas que está más cercana al conservadurismo.

Campos tenía una historia arraigada en el socialismo y era un defensor del lulismo.

“El lulismo es mucho más grande que el PT, porque representa la aspiración de la variedad de las izquierdas de Brasil”, le dijo a este corresponsal Campos cuando aún era parte, aunque crítico, de la base de sustentación del gobierno, en 2012.

Campos, dos veces gobernador de Pernambuco, era nieto de Miguel Arraes, caudillo de la izquierda nacional, perseguido por la dictadura y exiliado en Argelia en los años sesenta. Hace nueve años Arraes murió también un 13 de agosto.

“Campos apuntaba a la renovación de la clase política desprestigiada de Brasil”, dijo el analista Couto.

Otra analista, Cristina Pecequilo, de la Universidad Federal de Sao Paulo, comentó que Aecio Neves podría beneficiarse con la candidatura de Marina Silva. “En 2010 ella ganó muchos votos progresistas siendo muy conservadora, lo mismo puede ocurrir ahora”, manifestó a EL TELÉGRAFO.

En 2010 Marina Silva se transformó en la tercera fuerza y prometió quebrar el bipartidismo entre el PT y el PSDB.

Si bien tiene diez días para decidirse, en 2014 Marina Silva, quien alguna vez fue llamada ‘Lula en polleras’ por su historia de vida rodeada de desafíos imposibles, podrá ser, nuevamente, una figura emergente de esta tragedia de la política brasileña.

Al respecto, Amauri Chamorro, gerente de la empresa de consultoría Oráculo, explicó a EL TELÉGRAFO que también es importante entender la dinámica de las elecciones en Brasil, donde los programas de televisión son determinantes para poder medir el desempeño de los candidatos, y ellos aún no han comenzado su campaña en estos espacios.

Chamorro destacó que Silva es una política que arrastra el voto evangélico en Brasil. “Ella fue candidata en la elección pasada, tuvo importantes votos (20%)”, lo cual podría complicar un tanto la candidatura de Rousseff.

El asesor resalta que Campos era un importante líder en la región noroeste de Brasil, que respondía por el 26% del total de votantes en el país, pero no era tan conocido en el resto del país. En el noroeste, por ejemplo, estaba en segundo lugar en las elecciones.

La presidenta Rousseff decretó luto oficial de tres días y suspendió sus actividades de campaña electoral por el mismo período. Lo mismo hicieron los otros candidatos.

Lula, por su parte, expresó asimismo su tristeza por la muerte de “un gran amigo y compañero”. “El país pierde un hombre público de rara y extraordinaria calidad”, dijo en un comunicado.

Las autoridades investigan causas del accidente

La Fuerza Aérea Brasileña y la Policía Civil asumieron la investigación del avión caído en la localidad brasileña de Santos en el que murieron siete personas, entre ellas el candidato presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos.

Según confirmó la Fuerza Aérea Brasileña, un equipo de ocho investigadores comenzó a investigar el siniestro, el cual ocurrió sobre las 10:00 hora local (13:00 GMT) en la ciudad costera de Santos, a unos 70 kilómetros de Sao Paulo.

Campos abordó la aeronave en Río de Janeiro, donde el martes había concedido una entrevista a una red de televisión, y se dirigía hacia Santos para un compromiso de campaña. Viajaba con dos de sus asesores, un camarógrafo, un fotógrafo y dos pilotos a bordo.

“Cuando se preparaba para aterrizar el avión cayó (sobre un gimnasio y viviendas) debido al mal tiempo. Enseguida el control de tráfico aéreo perdió contacto con la aeronave”, precisó un portavoz de la aeronáutica brasileña.

En el lugar del accidente el jet yacía destrozado en medio de escombros en llamas, de donde se elevaba una columna de humo, constató un fotógrafo de la AFP. Varias casas estaban en llamas. El comisario general de la Policía Civil de Sao Paulo, Luiz Mauricio Souza Blazeck, afirmó al portal de noticias G1 que será instaurada una investigación para “esclarecer responsabilidades por el accidente aéreo con muertes”. “Será una investigación, en el fuero penal, para saber las circunstancias de lo que ocurrió. Saber, por ejemplo, si el avión cayó por una falla humana, mecánica o por problemas meteorológicos”, comentó.