El viceministro de Régimen Interior de Bolivia, Rodolfo Illanes, quien fuera linchado el jueves por una turba de cooperativistas mineros, que bloqueaban la principal carretera en la localidad de Panduro, fue nombrado “héroe defensor de los recursos naturales” por Evo Morales. El Mandatario denunció el crimen como parte de una permanente conspiración contra el Gobierno y decretó 3 días de luto nacional.

Illanes partió la mañana del jueves hacia Panduro para abrir el diálogo con los cooperativistas que cumplían el tercer día de protestas en rechazo a la Ley de Cooperativas  promulgada por el presidente Morales para regularizar estas organizaciones. No obstante, la plática  nunca se dio. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, confirmó ayer la muerte de Illanes y dijo que “fue cobarde y brutalmente asesinado”, después de ser tomado como rehén por mineros privados. Su cuerpo fue hallado envuelto en una manta cerca de la carretera La Paz-Oruro.

El fiscal de La Paz, Edwin Blanco, informó que la causa de su muerte fue un derrame cerebral y torácico por las torturas. “Ha sido una escena dura. Hubo lesiones y una flagelación”.

El ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, uno de los que recibió el cuerpo del viceministro, indicó que el cadáver tenía el rostro ensangrentado y el cráneo  destrozado.

Illanes fue asesinado luego de un enfrentamiento entre los mineros y la policía, en el que murió Rubén Aparaya, de 26 años, miembro de la Cooperativa Viloco, aparentemente por un disparo. Otro minero murió en Cochabamba, también en un enfrentamiento con las fuerzas públicas. Aunque el Gobierno aún no lo confirmó, según los dirigentes, otro minero murió por heridas de bala el jueves en Panduro, con lo que suman tres fallecidos en el sector.

Al menos 100 personas fueron detenidas para ser investigadas en torno al crimen.

El presidente Morales dijo que el asesinato es imperdonable y declaró 3 días de duelo. La oposición también condenó lo sucedido. Los  restos del Viceministro serán velados en el Palacio presidencial hasta que la familia lo disponga.

Tras una reunión de gabinete en la que participaron también los presidentes de las cámaras legislativas, Morales denunció que detrás de la movilización de los cooperativistas hay una conspiración, pues algunos dirigentes le hacen juego a la derecha y en otros casos empresarios mineros se hacen pasar por representantes del sector, para defender la capitalización en sintonía con la oposición boliviana, recoge la Agencia Boliviana de Información (ABI).

La minería representa la segunda riqueza del país después del gas natural y ambas están exentas de impuestos y son consideradas por la ley entidades no lucrativas, pese a que durante el auge de precios que finalizó en 2012 decenas de mineros acumularon riqueza.

Bolivia es el sexto productor mundial de zinc y también exporta estaño, plata, complejos de plomo y oro.     

Los mineros cooperativistas fueron una ayuda para el presidente Evo Morales, pero la aprobación del 19 de agosto para reformar la Ley de Cooperativas y así permitir la sindicalización de sus miembros fue denunciada por este organismo como una “declaración de guerra”.

Los mineros artesanales, que suman casi 150.000 y trabajan en cooperativas que ellos mismos administran, exigen que el gobierno les permita asociarse con capitales privados.  

El Ministro de Gobierno explicó que los cooperativistas en realidad intentan obtener autorización para alquilar sus concesiones mineras a empresas privadas o extranjeras.

Los cooperativistas ocupan cargos en el Ejecutivo, en una Superintendencia del ramo y en el Congreso, donde cuentan con senadores y diputados. Tras decretar la ley, el organismo bloqueó la carretera entre los departamentos de La Paz y Oruro, en el oeste del país. (I)