Miles se reúnen en Barcelona en pro de una España unida
Coincidiendo con la celebración de la Fiesta Nacional, miles de personas se concentraron ayer en el centro de Barcelona (noreste español) en defensa de la unidad de España, como contrapunto al aumento de las reclamaciones independentistas de las últimas semanas en la región de Cataluña.
Convocado por el Movimiento Cívico de España y Cataluña, bajo el eslogan "Cataluña somos todos", el acto se desarrolló en un ambiente festivo y familiar lleno de banderas españolas, catalanas y alguna que otra europea.
"Cataluña es España", "Yo soy español", "Yo también soy catalán" "Estrellar Cataluña no" o "Libertad, libertad" fueron algunas de las consignas que los asistentes entonaron durante la concentración que se desarrolló sin incidentes.
El acto central fue la lectura de un manifiesto, en castellano, catalán y en inglés, en el que se defendieron los derechos de la "Cataluña silenciosa, que hasta ahora no ha salido a la calle".
En el manifiesto, los promotores de la movilización recalcaron que "Cataluña somos todos y no queremos que se separe del resto de España obviando nuestra voluntad. No es un sentimiento excluyente ni en contra de nadie, sino que defendemos la pluralidad".
A la concentración acudieron representantes del Partido Popular en Cataluña (PPC), así como de otras formaciones como Ciutadans, Plataforma por Catalunya y UPyD.
La concentración de este viernes se produce en medio del debate abierto en España después de que el presidente regional de Cataluña, el nacionalista Artur Mas, haya adelantado dos años las elecciones autonómicas para abrir un proceso en el que los catalanes decidan sobre su estatus político en España.
Artur Mas decidió el adelanto electoral para el 25 de noviembre tras una multitudinaria manifestación independentista en Barcelona el pasado 11 de septiembre y después de que Rajoy rechazara conceder a Cataluña un trato fiscal especial.
Cataluña, que aporta 18% al PIB español, afronta como el resto de España las consecuencias de la profunda crisis económica, con un fuerte incremento del desempleo y drásticos recortes sociales que han sembrado el descontento.
Tiene además grandes dificultades para lograr financiación, por lo que ha pedido acogerse al Fondo de Liquidez creado por el Ejecutivo español para las regiones al que pidió prestados 5.023 millones de euros.