Irlanda no firmará un pacto bilateral de comercio con Reino Unido
May busca rápido acuerdo antes de negociar Brexit
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, informó a sus colegas europeos que buscará alcanzar un acuerdo lo antes posible en las negociaciones por el Brexit sobre el estatus de los ciudadanos británicos residentes en la Unión Europea (UE) y de aquellos europeos que viven en Reino Unido.
May participó esta semana en Bruselas de una cumbre de gobernantes de la UE, aunque fue excluida de una reunión donde se discutió el Brexit.
Los restantes 27 mandatarios acordaron que el funcionario de la Comisión Europea (CE), Michel Barnier, será el principal encargado de encabezar las negociaciones.
Mientras, el ministro de Hacienda británico, el conservador Philip Hammond, desestimó especulaciones en la prensa local acerca de que llevará al menos 10 años alcanzar un acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE.
“No espero que tarde tanto como diez años”, sostuvo el jefe del Tesoro. Hammond dijo además que una vez que se finalice el acuerdo por el Brexit, el Gobierno británico comenzará a negociar ‘en paralelo’ nuevos pactos comerciales dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, tanto el embajador británico en la UE, Ivan Rogers, como diplomáticos en Bruselas, consideraron que el acuerdo comercial no estaría listo hasta por lo menos el 2027 debido a la complejidad y logística de las negociaciones.
May viajó a Bruselas para participar de una reunión del Consejo Europeo, en la que se mostró aislada del resto de los mandatarios.
La Primera Ministra británica abandonó la cumbre sin responder las preguntas de los periodistas acerca del Brexit, aunque su colega irlandés, Enda Kenny, confirmó que May actualizó al grupo sobre la decisión de la Corte Suprema británica que dictaminará el mes próximo si acepta la apelación del Gobierno o mantiene una sentencia que le da al Parlamento, y no al Ejecutivo, el derecho a decidir por las negociaciones de salida de la UE.
La cuestión de qué pasará con los 2,9 millones de ciudadanos europeos que viven en Reino Unido es una de las más controvertidas dentro de las negociaciones por el Brexit, que comenzaron tras el referendum de junio pasado en el que la mayoría de los británicos votó por la salida de la UE.
El Gobierno británico adelantó que solo protegerá el derecho de los ciudadanos europeos que viven en Gran Bretaña, si también se protege el estatus de los 1,2 millones de británicos que residen en España, Francia, Italia y en otros países europeos.
Kenny dijo a los periodistas que la República de Irlanda no firmará un acuerdo bilateral de comercio con Reino Unido, antes de que Londres acuerde su relación a futuro con la UE.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, indicó que la cumbre de Bruselas sirvió para reconfirmar los principios básicos del bloque: “la indivisibilidad de nuestras cuatro libertades, el balance de derechos y obligaciones y la regla de ‘no negociaciones sin notificación previa’”.
En ese sentido, el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, advirtió que las negociaciones podrían ser vetadas si los europarlamentarios no sienten que participan directamente de ese diálogo.
Desde Londres, un portavoz oficial de Downing Street, la residencia oficial de la Primera Ministra británica, indicó que será posible completar “el acuerdo de divorcio” y un nuevo pacto comercial con la UE, dentro del cronograma de dos años desde el momento que Londres invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa.
De todos modos, Mayer consideró que es “bastante ingenuo” pensar que un acuerdo comercial se consumará en solo dos años. “Es muy ambicioso completar estas negociaciones dentro de los dos años, es un proyecto enorme”, aclaró.
Lo cierto es que la prensa británica sostuvo que Gran Bretaña podría enfrentar pagos por hasta 50.000 millones de libras esterlinas ($ 62.140 millones) por la salida de la UE, incluidas cancelaciones para cubrir gastos de pensión del personal diplomático en instituciones europeas.
En tanto, esta semana un informe de la Fundación Joseph Rowntree concluyó que las preocupaciones de votantes británicos pobres sobre la inmigración fue la principal razón por la victoria del Brexit.
“El voto a favor de la salida de la UE se debió principalmente a que los votantes pobres sintieron que tenían muy poco control sobre el tema de la inmigración, sumado a una desconfianza general hacia los políticos y funcionarios”, agregó el documento.
El informe destacó que las ‘emociones’, más que decisiones por el futuro de la economía, jugaron un papel clave, algo que en el futuro ‘podría dar rienda suelta a los partidos populistas’.
Matthew Goodwin, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Kent y experto en movimientos populistas, dijo que la actual situación en Reino Unido deja al Partido Laborista de Jeremy Corbyn bajo una seria amenaza de ser derrotado en las urnas si sigue apoyando el libre movimiento de personas después del Brexit.
“Todo lo que sabemos de 20 años de investigaciones en materia de ciencias sociales indica que los temas de cultura e identidad nacional son tan importantes, incluso más importantes, que cuestiones como la economía o cómo se perciben las finanzas”, agregó.
De acuerdo con Goodwin, al menos que los políticos de los partidos principales, la sociedad en su conjunto y las élites miren más allá de la redistribución de la riqueza “la derecha populista avanzará a pasos agigantados”.
Para la mayoría de los consultados en el informe Joseph Rowntree, el flujo inmigratorio está afectando la calidad de los servicios públicos básicos de Reino Unido, como la educación, la salud y la vivienda, en detrimento de las clases más humildes.
Además, un 76% de aquellos electores pobres dijeron que sienten que su situación económica empeoró desde la expansión de la UE y la llegada a partir de 2004 de miles de inmigrantes de Europa del Este y de Asia al Reino Unido. (I)
DATOS
El papel de los representantes de la Eurocámara se limitará a las ‘reuniones preparatorias’ del Consejo sobre la salida de Reino Unido, precisaron los 27 delegados en una declaración.
Al término de la reunión del Consejo Europeo, su presidente, Donald Tusk, reconoció que la propuesta sobre la participación de representantes del parlamento era “insuficiente, porque nunca es suficiente”.
Reino Unido tiene previsto comunicar antes de finales de marzo de 2017 su decisión de abandonar el bloque, dando inicio así a un período de negociación de dos años.
El presidente español Mariano Rajoy indicó que en ese momento, los 27 empezarán a hablar del contenido de las negociaciones sobre el Reino Unido. (I)