Más de cien personas mueren en Kenia tras explosión de oleoducto
Cientos de personas fallecieron quemadas vivas y más de un centenar fueron hospitalizadas ayer a causa de la explosión y el incendio de un oleoducto en un suburbio pobre de Nairobi, la capital de Kenia.
El estallido, que dejó cuerpos carbonizados esparcidos, se produjo en la zona industrial de Lunga Lunga, rodeada por el barrio marginal de Sinai, densamente poblado. “Estimamos la cifra de muertos en más de 100”, calculó Thomas Atuti, jefe policial de la zona. Otras autoridades calculan que hay 120 fallecidos.
El hecho sucedió después de derramarse el petróleo de un oleoducto que alimenta a un depósito de la Kenya Pipeline Company en la carretera de Lunga Lunga, informaron testigos presenciales al diario keniano Daily Nation.
El incendio fue provocado, al parecer, por un cigarro, en el momento que numerosas personas del barrio intentaban recoger el petróleo derramado, según declaró el portavoz adjunto de la Policía, Charles Owino, publicó el diario El País.
“He perdido a mis dos hijos en el accidente”, lamentó George, uno de los residentes de Sinai, que se dirigió al lugar de la fuga a intentar recoger combustible. Él fue uno de los afectados trasladados al Hospital Kenyatta de Nairobi, y a quien la explosión le provocó quemaduras en ambos brazos.
Un responsable municipal, Philip Kisia, declaró que el balance de los cuerpos recuperados llegaría a 120. Aumentará a causa de los cuerpos en el río, cerca del lugar del accidente, debido a que las personas se lanzaron al agua para apagar el fuego que los consumía. La Policía colocó una red en medio del río para impedir que los cuerpos fuesen arrastrados por la corriente.
El jefe de uno de los principales hospitales de Nairobi, Richard Lesiampe, precisó que 109 personas eran atendidas por quemaduras.
Ocurrido el hecho, los bomberos intentaron contener el fuego, mientras que la Policía trataba de alejar a los vecinos del lugar de la catástrofe. “Hubo un escape en la canalización y la gente trataba de recuperar combustible”, declaró un habitante del barrio, Joseph Mwego. Un testigo contó que escucharon una gran detonación, una fuerte explosión, y surgieron llamas y humo que se elevaron hacia el cielo.
El diputado Johnson Muthama, presente en el lugar del suceso, también confirmó que la explosión se produjo cuando varias personas de la favela de Sinai detectaron una fuga en el oleoducto y se apresuraron a recoger combustible, aunque admitió no conocer el origen del fuego.
Según Muthama, la explosión fue devastadora, ya que incluso arrancó los árboles de la zona y la gente murió antes de llegar al río, situado a pocos metros de lugar de la explosión, pues ellos intentaron apagar las llamas que envolvían sus cuerpos.
El presidente keniano, Mwai Kibaki, y el primer ministro, Raila Odinga, se trasladaron al lugar de los hechos y expresaron su consternación. “Es algo terrible”, expresó Odinga.
“Nunca había visto algo así en mi vida. Vi a mujeres y niños arder, quemarse como leña. Lo peor fue una mujer calcinada con su bebé en la espalda”, contó un habitante, Francis Muendo.
En 2009, 122 personas murieron en el oeste de Kenia en la explosión de un camión cisterna, que se había volcado y del cual la gente intentaba extraer gasolina.