Maduro se reunió con representantes de la ONU en Caracas
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo este 12 de enero que el "conflicto" de desconocimiento mutuo que mantiene su Gobierno con la oposición es "estéril", al tiempo reiteró su llamado a un diálogo político que destrabe la severa crisis que atraviesa el país caribeño.
"Que cese la diatriba y el conflicto estéril, inútil e innecesario, hay una diatriba (...) que trata de escalar hacia una situación de confrontación total en Venezuela", dijo Maduro durante una reunión con representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
En ese sentido, Maduro dijo que pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que le ayude a relanzar la mesa de negociaciones con la oposición.
"La ONU nos tiene que ayudar mucho en el diálogo nacional (...), ojalá más temprano que tarde haya criterios favorables que nos conduzcan al diálogo y entendimiento superior para el país", añadió.
El Gobierno de Maduro y la oposición ya entablaron una mesa de negociaciones a finales de 2017, pero esta acabó sin resultados a principios de 2018 cuando ambas partes se acusaron de romper los primeros acuerdos alcanzados y el antichavismo se negó a firmar un documento de compromiso por considerarlo contrario a sus reclamos.
Sin embargo, varios dirigentes opositores, como los excandidatos a la presidencia Henrique Capriles y Henri Falcón, dijeron varias veces durante el 2018 que la solución a la acuciante crisis política y económica que atraviesa Venezuela pasa por la negociación, aunque también reconocieron que no existían condiciones para el diálogo.
Los dichos de Maduro surgen, además, después de que la oposición y parte de la comunidad internacional señalaran que no reconocen la legitimidad del nuevo mandato que juró el jueves ante el Supremo el líder chavista, que le mantendrá en el cargo, al menos, hasta 2025.
El Parlamento adelantó que trabaja en una hoja de ruta para acabar con lo que considera la "usurpación" de la Presidencia a manos de Maduro, pero el gobernante desestimó ayer estas acciones al considerarlas un "show" que busca desestabilizar el país y poner fin así a la Revolución Bolivariana, en el poder desde 1999. (I)