El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó ayer militarizar el estado Táchira (oeste), tras saqueos y ataques contra instalaciones policiales y militares, en los que murió un joven de 15 años.

“He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales”, dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, a través de la televisora gubernamental VTV, indicando que la medida fue dispuesta por Maduro ante la escalada de violencia en San Cristóbal -capital de Táchira- y municipios aledaños.

Una veintena de comercios saqueados, dos instalaciones de policía incendiadas y un destacamento militar atacado con bombas incendiarias fue el saldo de disturbios registrados en esa región entre la noche del martes y la madrugada de ayer, según un parte oficial.

Padrino aseguró que esos hechos no tienen precedentes en Táchira, en la frontera con Colombia y demuestran el “accionar subversivo” de la oposición para “desestabilizar” al gobierno.

El ministro del Interior, Néstor Reverol, por su parte, anunció la detención de seis paramilitares colombianos durante los actos violentos perpetrados por grupos opositores el pasado 1 de mayo en Táchira.

Las protestas de la oposición contra Maduro, iniciadas el 1 de abril, dejan 43 muertos, de los cuales se responsabilizan mutuamente el gobernante y sus adversarios.

Los focos de violencia persisten en diversos puntos del país. En la periferia este de Caracas, en San Antonio Los Altos se mantienen los disturbios y barricadas montadas por encapuchados.

Médicos, enfermeras y otros especialistas marcharon ayer en Caracas, con la intención de ir hacia el Ministerio de Salud.

El Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto abordar la tarde de ayer la crisis del país a petición de Estados Unidos. Venezuela sufre un grave deterioro económico y social, con escasez de alimentos y medicinas, que Maduro atribuye a una ‘guerra económica’ de la oposición para desestabilizar su gobierno. (I)