"El ciudadano que comió carne de primera no aceptará pacíficamente comer carne de segunda". Es una de las frases que un puñado de corresponsales extranjeros en Brasil, entre ellos EL TELÉGRAFO, escucharon de Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente designado jefe de ministros que corre contrarreloj para rescatar apoyos y evitar en el Congreso el juicio político que se le abrió a la presidenta Dilma Rousseff.

"Es un juicio político sin base legal, por las cuentas fiscales de 2015 que ni siquiera fueron presentadas. Espero que los legisladores no cometan elllos el delito del error histórico de sacar a una presidenta inocente", sostuvo en un hotel de Sao Paulo, donde habló de la economía del país, la Operación 'Lava Jato' contra la corrupción en Petrobras, y el temor a un ascenso fascista en las calles con el odio dominado por los medios hacia lo que llamó la criminalización del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula reconoció "cierta tristeza" por la salida del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del vicepresidente Michel Temer de la base aliada del gobierno. Pero se mostró confiado en recrear otra base legislativa para votar contra la destitución de Rousseff.

"El juicio político (programado para el próximo mes) sin base legal es un golpe. No es posible un golpe como el de 2002 contra Hugo Chávez, no se puede permitir lo que se hizo Fernando Lugo en Paraguay. Deben permitir que Dilma gobierne este país. No se debe intentar cortar por la mitad a la democracia porque no existe democracia a medias".

El exmandatrio defendió que sean preservadas como generadoras de empleo las empresas de ingeniería cuyos ejecutivos están presos por formar cartel y pagar sobornos por contratos en Petrobras, aunque opinó que los culpables deben ser condenados y los impuestos cobrados.

Lula rechazó que haya aceptado ser jefe de ministros para ganar fueros. Su cargo está en evaluación en la máxima corte. "Quiero ser convocado para trabajar, para llevar confianza al empresariado, no quiero ser un Rasputín, no quiero mandar, quiero obedecer y compartir".

"Se tuvo la impresión de que los perdedores ganaron la elección. La oposición debe saber que sólo vale la pena el juego democrático. Es muy importante no jugar con la democracia. Pueden cometer un error histórico de cometer un crimen de responsabilidad con una persona que no cometió ningún delito. Quieren robarle a un pueblo que supo ganar derechos el derecho más sagrado, que es el la elección", dijo.

Petrobras

El líder político negó ser propietario de un apartamento y de una quinta, hecho que es investigado por el juez Sergio Moro, en el caso Petrobras, y lo acusó de destruir su imagen.

"Me siento ofendido porque un juez debería tener mucha responsabilidad y no confundir aseveraciones personales con cosas públicas, divulgar las cosas como si fueran parte de un circo. Fue deprimente, pobre y de mala fe. Empobrece a Brasil y no contribuye con la democracia y las investigaciones".

Asimismo criticó a Moro por recibir premios del grupo Globo y de la revista Veja y citó: "Un juez debe ser respetado, no puede ser de un lado o de otro, el exceso puede llevarlo a cometer errores y lo único que quiero es que Dios ponga la mano sobre su cabeza y lo ayude a tener juicio. Yo quiero tener el mismo tratamiento que todo el mundo". 

"No todo el mundo soporta el éxito de la cámara de televisión, los 15 minutos de fama en la que mucha gente se perdió. No es la tapa de un diario la que debe condenar a alguien. Estamos viendo una exageración de personas execradas antes de ser juzgadas. La investigación es importante para la sociedad, pero no debemos hacer un 'Gran Hermano', sino en forma silenciosa".

Financiamiento político

Lula volvió a abonar la teoría de que la operación 'Lava Jato' es responsable por la parálisis de la economía, a raíz de que las empresas brasileñas involucradas en formar cartel para ganar contratos y financiar a los principales partidos políticos.

"El presidente estadounidense, Barack Obama, busca recaudar mil millones de dólares para montar un memorial cuando deje la presidencia. Acá con donaciones de 20 centavos uno es un ladrón", dijo. 

"Varios empresarios de todos los sectores contribuyen con campañas, lo que no se puede hacer es formal cartel y caer en ilegalidades. Los bancos también tienen participación en las donaciones de campaña, si es legal no hay problema, pero en el PT siempre estuvimos a favor del fin del financiamiento privado que entrará en vigor este año", añadió. 

El expresidente se manifestó "orgulloso" de las empresas de ingeniería brasileñas investigadas por corrupción y comentó que "hay gente que quiere destruir estas compañías".

"Yo no quiero tener aquí empresas estadounidenses, holandesas, alemanas y que las nuestras quiebren, que firmen un acuerdo para cumplir pena sin quebrar, si deben impuestos, que paguen, si cometieron delitos penales, que paguen", apuntó. 

Opositores

El exmandatario dijo que las manifestaciones en su contra "forma parte de la democracia", pero alertó sobre "la negación de la política y la despolitización" al poner como ejemplo "la persecución hecha por Hitler de los comunistas en Alemania y Mussolini de los demócratas en Italia". En Sao Paulo, bastión opositor y mayor ciudad del país, se registraron casos de persecuciones y golpizas a personas vestidas de rojo, el color característico del PT.

"No se puede convertir la divergencia en odio como si estuviéramos viviendo en el apartheid", subrayó Lula, al poner como ejemplo la división de Venezuela a partir, según él, del golpe de Estado de 2002 que colocó por algunas en el poder al empresario Pedro Carmona.

"Desde 2003 el PT viene realizando una revolución social en la cual no se lanzó un sólo disparo. Los palacios reciben a los empresarios pero también a los trabajadores, a los recolectores de papel, a los sin tierra".

En caso de que su partido apruebe apoyar el juicio político contra Rousseff  alertó que trabajará para sumar puentes en el país -mediante el diálogo- con el vicepresidente Michel Temer, sucesor de Dilma. 

"Yo sé conversar y sé hacer eso. Algunos sectores en Brasil están queriendo imponer una lógica que impusieron para dividir a Venezuela", indicó. 

El exmandatario propuso defender a Dilma, quien fue presa política durante la dictadura, en 1970 y 1973, con 22 días ininterrumpidos en sesiones de torturas. "Esta mujer cuando tenía 20 años se entregó para luchar por la democracia mientras había gente que apoyaba a la dictadura sentada en el sofá de su casa", finalizó. (I)