Lula advierte sobre consecuencias de quebrar democracia
El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva advirtió hoy que el quebrantamiento del orden democrático mediante un impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, sin que exista crimen de responsabilidad, solo generará caos e inseguridad permanentes.
En un mensaje difundido a través de las redes sociales a propósito del inicio, en el plenario de la Cámara de Diputados, de los debates sobre el pedido de juicio político de Rousseff, Lula calificó de extraordinarias las manifestaciones que en defensa de la legalidad tienen lugar en todos los rincones del país.
Estas -dijo- alertan que fuera de la democracia lo que va a existir es el caos y la inseguridad permanentes.
El exgobernante subrayó que nadie conseguirá gobernar si no tiene la legitimidad del voto popular y aseguró que una cosa es estar en desacuerdo con el gobierno, criticarlo y reclamar más diálogo y participación, y otra es "embarcarse en aventuras creyendo en cantos de sirena de quienes se sientan en la silla (presidencial) antes de tiempo".
En clara alusión al vicepresidente Michel Temer, advirtió que "quien traiciona un compromiso sellado en las urnas no apoyará acuerdos realizados en las sombras".
Lula recordó que reconquistar la democracia después de 21 años de dictadura costó muchos sacrificios y significó que a partir de 2003, cuando asumió el gobierno el Partido de los Trabajadores, el país cambió mucho y para mejor.
Reconoció, sin embargo, la difícil situación económica por la que hoy atraviesa la nación, pero afirmó que Brasil tiene todas las condiciones para volver a crecer, generar empleos y distribuir la riqueza.
Manifestó su confianza en que el "golpe" orquestado a través del impeachment será vencido y alertó que todo el sacrificio hecho para que Brasil lograra respeto y credibilidad ante el mundo puede ser tirado por la borda por un paso equivocado e impensado.
El plenario de la Cámara de Diputados comenzó a discutir esta mañana sobre la admisibilidad o no de un pedido de juicio político contra la presidenta Rousseff por incurrir en un presunto delito de responsabilidad, cuya aprobación requiere del voto de 342 de los 513 legisladores.
En su intervención, el abogado defensor del Estado, José Eduardo Cardozo, ratificó que el procedimiento para una eventual destitución es nulo y está viciado, por lo cual su aprobación supondría una innegable ruptura institucional.
Cardozo insistió en que la apertura del impeachment no fue más que una venganza del titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, lo cual le da al proceso un carácter ilegal y distorsionado, anulándolo.
Previamente Miguel Reale, uno de los acusadores, refutó a quienes manifiestan que se trata de dar un golpe y dijo que este existió "cuando se ocultó la situación fiscal del país y se siguieron haciendo enormes gastos públicos".
Indicó asimismo que la presidenta de la República ignoraba a la Cámara de Diputados al emitir "decretos injustificables" sin que hubiera ingresos y luego proponía un proyecto de ley para revisar la meta fiscal. Esos, reiteró, son hechos de inmensa gravedad. (I)