Asunción, Paraguay.-

El destituido presidente constitucional de Paraguay, Fernando Lugo, negó ayer ante la fiscalía de su nación que el canciller venezolano Nicolás Maduro haya cometido intromisión en asuntos internos paraguayos durante el golpe de Estado.

Lugo prestó declaración durante casi seis horas ante la fiscal Stella Cano, encargada de la causa abierta en ese sentido, tras una denuncia del Ministerio de la Defensa sobre una supuesta arenga de Maduro a jefes militares para rebelarse a favor del mandatario.

En breve conversación con la prensa, a su salida de la fiscalía, el ex gobernante negó conocer siquiera la alegada reunión de Maduro con algunos jefes militares, pero ratificó la inexistencia de la mencionada invitación por el canciller a resistir su destitución por el Congreso.

En respuesta a una pregunta sobre la responsabilidad de los dirigentes de los partidos tradicionales de derecha en la ruptura del orden constitucional, Lugo solo respondió que algunos de esos líderes están muertos y enterrados políticamente por su actitud.

Sucesivos interrogatorios a militares y civiles presentes en la Casa de Gobierno el pasado 22 de junio, fecha señalada por el Ministerio de Defensa como la de la arenga a los uniformados, permitieron concluir a la fiscal Cano la inexistencia de tal arenga de Maduro, según aclaró en días pasados.

La ministra paraguaya de Defensa, María Liz García, denunció que Maduro había mantenido una reunión con la cúpula militar paraguaya el 22 de junio, cuando Lugo era sometido a juicio político por el Parlamento, y que “arengó” a los militares para que se mantuvieran leales al jefe de Estado.

El ministro venezolano se encontraba en Asunción como parte de una misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que acudió a mediar en la crisis política abierta con el enjuiciamiento a Lugo.