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Los sondeos apuntan hacia el PP que volvería a ganar los comicios

Los partidos españoles se preparan para nuevas elecciones en junio

Los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera (izq.); Pedro Sánchez, del PSOE (centro); y Pablo Iglesias, de Podemos (der.), no lograron formar un gobierno.
Los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera (izq.); Pedro Sánchez, del PSOE (centro); y Pablo Iglesias, de Podemos (der.), no lograron formar un gobierno.
Foto: El País
12 de abril de 2016 - 00:00 - Gorka Castillo. Corresponsal en Madrid

Imposible. Si algún partido político de España albergaba esperanzas de forjar un pacto de gobierno estable ayer se esfumaron de manera casi irremediable. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) reconoció el fracaso de su líder, Pedro Sánchez, para ensamblar a Ciudadanos y Podemos en el mismo equipo por lo que solo les queda aceptar la derrota. Su alternativa “de cambio” parece inviable y solo un milagro inesperado podrá impedir que el próximo 3 de mayo se convoquen nuevas elecciones en el país, presumiblemente para el 26 de junio. Porque aunque nadie se atreve a decirlo abiertamente, los partidos consideran en privado que esta legislatura está clínicamente muerta.

Por delante quedan tres semanas eternas en las que las fuerzas parlamentarias se limitarán a cumplir con el expediente mientras reagrupan sus tropas de cara a la contienda en las urnas. Las encuestas publicadas en los últimos días prevén pocas novedades en el reparto de diputados en un presumible nuevo Parlamento aunque adelantan que la indiferencia hacia la política aumenta entre la ciudadanía en proporción geométrica al tiempo transcurrido desde las últimas elecciones, es decir, 5 meses.

Y en un país como España donde, a diferencia de Ecuador, el voto no es obligatorio, el desapego es sinónimo de abstención. La derecha ideológica se frota las manos ya que a menor participación electoral, mayor ganancia de escaños para su causa. Algunos sondeos apuntan que el PP no solo volvería a ganar los comicios, sino que se quedaría a un puñado de diputados de la mayoría absoluta para volver a gobernar.

Algo que conseguiría con la simple abstención del neoliberal partido Ciudadanos, una fuerza que cada día se esfuerza menos en camuflar que su verdadero empeño no ha sido contribuir a la formación de un “gobierno de cambio” sino en obstruir la recomposición de la izquierda en España mientras apuntala gobiernos regionales del PP hundidos en las aguas de la corrupción.

Y lo más revelador de los movimientos de los últimos días en el partido de Albert Rivera: a la vista de la imposibilidad manifiesta de encajar en un ejecutivo donde esté Podemos, no ha tardado ni un minuto en ofrecérselo al PP, haciéndole constar que es compatible con su programa; todo ello sin que su socio mayoritario en esta guerra, el PSOE, le ha haya hecho la más mínima objeción. Es decir, Ciudadanos, la cuarta fuerza parlamentaria que aspira a convertirse en la tercera “o segunda”, como decía a EL TELÉGRAFO uno de sus 40 diputados la semana anterior, ha pasado a la ofensiva total para sacar el máximo rendimiento electoral al doble papel que desempeña en el laberinto político español: de secante implacable con la formación de Pablo Iglesias y de facilitador de la ‘Gran Coalición’ (PP-PSOE) con los poderes financieros.

Los socialistas lo tienen bastante peor. Si sus resultados en diciembre fueron desoladores, los peores en su longeva historia, más inquietante se presenta el panorama ante el más que probable adelanto electoral. En esta ocasión porque revela que ni el aparente esfuerzo de su líder para tumbar a una derecha infectada de corrupción está siendo percibida por la ciudadanía como una alternativa real de gobierno. Desactivada la última oferta de Podemos “por su excesivo gasto público -exigían un incremento de $ 62.000 millones en cuatro años-”, el grado de docilidad del PSOE con Ciudadanos alcanza cotas impensables como que en las próximas horas habrá una nueva reunión “al más alto nivel” entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

El encuentro, dijeron los socialistas, se convocó para intentar esquivar unos comicios que costarán 130 millones de euros a las famélicas arcas del Estado. Pero todo este embrollo se debe, en realidad, a la insistencia del joven Albert Rivera. Un miembro del PP aseguraba a este diario en los pasillos del Congreso que pese a todo no habrá acuerdo porque la decisión de ir a las elecciones ya está tomada: “Rajoy se va a limitar a dejar pasar el tiempo sin exhibirse mucho para evitar el desgaste. Que nadie espere sorpresas”.

El problema del PP es que la lluvia de la corrupción no cesa. Tras  los ‘papeles Panamá’, se descubrió que el ministro de Industria, José Manuel Soria, dirigió una empresa offshore creada por el bufete de abogados Mossack Fonseca. (I)

Iglesias sugiere a Sánchez romper la "jaula"

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, emplazó a su homólogo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, a explorar un gobierno del cambio con las fuerzas de izquierda que evite unas nuevas elecciones.

En declaraciones a periodistas, Iglesias dijo que el PSOE aún está a tiempo de rectificar y buscar un acuerdo con Podemos, Izquierda Unida (IU) y Compromís, el cual, opinó, es lo que desea la mayor parte de los votantes progresistas en el país europeo.

Sugirió a Sánchez romper la “jaula” en la que su Comité Federal lo encerró junto a Ciudadanos (C’s), y salga a explorar con libertad la conformación de un ejecutivo con esos tres partidos.

Iglesias aludió la decisión del máximo órgano del PSOE, que el pasado 28 de diciembre prohibió al secretario general de los socialistas negociar una coalición de gobierno con la agrupación emergente.

El joven profesor universitario se refirió también a la propuesta del presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, quien ofreció al líder socialista una vicepresidencia en una hipotética administración encabezada por él.

Un planteamiento que, denunció, forma parte de la hoja de ruta de Ciudadanos y de su máximo dirigente, Albert Rivera, quien apostó por esa asociación con los dos partidos tradicionales tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre. (I)

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