Los indignados acechan el poder en el ayuntamiento de Barcelona
´Barcelona, una de las ciudades mas turísticas de Europa, podría ser el primer ayuntamiento gobernado por los indignados que quieren convertir esta gran ciudad mediterránea en símbolo del cambio político en España.
La candidatura Barcelona en Común, amalgama de partidos de izquierda alternativa, entre ellos los antiliberales de Podemos, se postula como la favorita para ganar las elecciones municipales del 24 de mayo en la segunda ciudad española más poblada, con 1,6 millones de habitantes.
"En Barcelona podemos ganar, es la punta de lanza de un cambio democrático en España y el sur de Europa", dice a la AFP Ada Colau, líder de esta candidatura nacida al calor del movimiento indignado de 2011.
Esta activista de 41 años y sin pasado político se dio a conocer al frente de una organización (PAH) que, en medio de la crisis española, consiguió paralizar centenares de desahucios a través de la desobediencia pacífica.
Ahora se propone erradicar la "emergencia social" de Barcelona, con 107.000 desempleados y alrededor de un 30% de la población en riesgo de pobreza, gobernada desde 2011 por Xavier Trias, del partido nacionalista conservador CiU, tras treinta años de ayuntamientos socialistas.
Su candidatura propone ceder viviendas vacías al alquiler social, crear una renda mínima de 600 euros para las familias pobres y forzar a las compañías a reducir las tarifas del agua, el gas o la luz.
Además quieren evitar la masificación del turismo en la ciudad, con 27 millones de visitantes al año, y pone en duda la conveniencia de celebrar grandes eventos internacionales como el gran premio de Fórmula 1 o el Mobile World Congress.
Sus contrincantes los acusan de populistas y bolivarianos, en referencia a los vínculos entre Podemos y la izquierda latinoamericana. Trias, de tono más moderado, advierte de que podrían frenar la actividad económica.
Una ciudad desigual
"La gente está muy harta. Somos líderes en desahucios, el paro está por las nubes, la gente no llega a final de mes y tiene que ir a comedores sociales, por eso se atreve con propuestas rompedoras", dice Federico Soriguer, un técnico industrial de 38 años.
Junto a su madre y su hijo, que corretea detrás de un balón, acude a la presentación del programa electoral del partido en su barrio, Nou Barris, el más pobre de Barcelona, con una renta por cápita equivalente al 57% de la media municipal.
"Barcelona es una ciudad rica, donde se mueve mucho dinero, pero en los últimos cuatro años aumentó un 40% la diferencia entre el 10% más rico y el más pobre. Una ciudad tan desigual se puede romper, tener conflictos e inseguridad", explica Colau.
Estos conflictos se agudizaron con la crisis económica en esta ciudad tradicionalmente de izquierdas y con un activismo combativo que, en los convulsos inicios del siglo XX, le valieron el apodo de "rosa de fuego".
En 2011, en medio de las protestas del movimiento indignado, cientos de manifestantes asediaron el parlamento regional e impidieron el acceso a los políticos, que se vieron forzados a entrar en helicóptero.
Barcelona en Común "recoge toda esa tradición de activismo social de la ciudad", apunta el politólogo de la Universidad de Barcelona, Jordi Muñoz.
Los frutos del 15M
"Antes éramos ciudadanos indignados. Ahora somos ciudadanos concienciados que tomaremos el poder en las urnas", dice en el mitin del partido Manuel García, un maquinista jubilado de 74 años.
Desencantado con la política, García no votaba en unas elecciones desde principios de 1990 porque "todos eran unos corruptos". Ahora, lo hará por Barcelona en Común. "Los indignados del 15M me despertaron", dice.
A pesar de esas protestas, que llenaron las plazas de España de indignados con los dirigentes políticos y las élites económicas, ese año culminó con el ascenso al poder del conservador Mariano Rajoy y una amplísima mayoría de su Partido Popular.
Pero tras cuatro años marcados por la crisis y el goteo de casos de corrupción, el movimiento resurge en forma de listas electorales en las municipales y regionales del 24 de mayo, previas a las legislativas de final de año.
Sus principales opciones pasan por Barcelona donde Colau parte como favorita en el último sondeo gubernamental con el 25,9% de los votos, contra 18,5% de Trias, aunque la victoria, de confirmarse, la obligaría a formar alianzas para gobernar. (I)