Han pasado más de 24 horas del brutal atentado de Barcelona y el frenesí de tiros y cuchilladas sucedido más tarde en la localidad tarraconense de Cambrils, pero la cinta del horror no logra ser rebobinada.

La angustia, la rabia, el espanto y la tristeza se han asentado en España en un duelo imposible de elaborar, porque los 14 muertos que se llevó por delante la acción terrorista más descarnada de la historia de Cataluña, han provocado que miles de personas se hayan retraído ante la crueldad de una matanza que recuerda pasajes oscuros del Apocalipsis.

Comentó ayer un vendedor de diarios que quizá no sea el mejor momento ahora para recordar la situación en Siria, Yemen o Irak aunque los autores de la tragedia barcelonesa del jueves formen parte del mismo mal que campea por sus antojos en este mundo incierto “donde se cometen atentados más bestiales que el de Barcelona todos los días”. Lo cierto es que los Mossos d’Esquadra, cuerpo policial de Cataluña, investigan contrarreloj las pistas dejadas por los autores de la matanza de Barcelona.

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A primera hora de ayer distribuyeron al fin el primer documento en el que aparecen los presuntos miembros del grupo yihadista implicados en el atentado de La Rambla de Barcelona. Son cinco ciudadanos de nacionalidad marroquí y residentes en diferentes municipios de Cataluña: Said Aallaa, Mohamed Hychami, Younes Abouyaagonb y Moussa Oukabir, de entre 18 y 24 años. Todos fueron abatidos por los Mossos durante el enfrentamiento a tiros que se produjo en la localidad tarraconense Cambrils, situado a 120 kilómetros de Barcelona, la madrugada de ayer. En esta refriega murió también una mujer a puñaladas por los terroristas en su huida. Se desconoce la identidad del quinto abatido.

Moussa Oukabir conducía la furgoneta que atropelló a cuantas personas encontró en su camino por La  Rambla. Su hermano, Driss, al que por error se atribuyó su participación en los sucesos de La Rambla, está detenido y con él se encuentra Sahl El Karid, propietario de un locutorio en el municipio de Ripoll.

También ayer, al fin, concluyó el desdoblamiento de los gabinetes de crisis provocados por los celos políticos existentes entre los gobiernos español y catalán que se fusionó en uno. Los dos presidentes, Mariano Rajoy y Carles Puigdemont, enfrascados en su particular batalla por el referéndum independentista, coordinaron la persecución de los terroristas ayer.

Fue después de la concentración de repulsa convocada en la Plaza de Cataluña, epicentro del ataque yihadista del jueves. Al acto asistió el rey Felipe VI y una pléyade de las formaciones políticas del país. Desde la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el líder de Podemos, Pablo Iglesias; y el de Ciudadanos, Albert Rivera. La consigna aclamada: “No tin por” (No tenemos miedo en catalán).

Pero entre el resplandor catastrófico de la furgoneta suicida aún sacudiendo la memoria y los gritos desgarrados de la multitud que ayer se congregó en cientos de localidades del país para mostrar su repulsa ante el goteo macabro de víctimas y heridos, 130 ya de 34 nacionalidades diferentes, entre los que hay dos ecuatorianas, solo ayudan a pulir una misma réplica: la sociedad española tiene miedo.  

En medio de rectificaciones informativas que dan cuenta del nivel de descoordinación reinante durante tras los atentados, se supo que la CIA advirtió de la posibilidad de un ataque terrorista en Cataluña desde hace meses.  

Según se supo ahora, los expertos policiales siempre han señalado que allí es donde existe el mayor riesgo de radicalización islámica del país. Las cifras que se filtraron en las últimas horas radiografiaban la alarma.

Desde 2013, el 40% de los detenidos en el estado por tener vinculaciones con grupos extremistas reside en Cataluña. Se trata de una suma considerable si se tiene en cuenta que España fue, solo el pasado año, el segundo país europeo en el que más personas fueron arrestadas por su relación con el yihadismo radical.

Un informe de Europol, la oficina europea de Policía, que ayer circulaba por las redes, contabilizaba 187 detenciones en España por este motivo. Algunas más que en Reino Unido, 134, y solo superado por las 424 realizadas en Francia, el país que ha sufrido el mayor número y los más cruentos atentados. (I)

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Dos ecuatorianas entre los heridos, el Consulado habilitó una línea de ayuda

Katty Vargas Bonilla, guayaquileña de 39 años, y Carmen Judith Romero, de 40 años, resultaron heridas durante el atropello masivo perpetrado el jueves en La Rambla de Barcelona.   

Aunque el estado de salud de ambas mujeres no reviste gravedad, Vargas Bonilla permanecía aún ayer ingresada en el hospital Sagrado Corazón de Barcelona. Por su parte, Carmen Judith Romero fue atendida y dada de alta el mismo jueves por parte del hospital San Martín de la ciudad Condal.  

Ambas ciudadanas ecuatorianas residen   en Barcelona algunos años. El cónsul general Richard Olivo Padilla tuvo la oportunidad de visitarlas el mismo día del atentado para brindarles asistencia.

Olivo especificó que el Consulado en España investiga si hay más compatriotas ecuatorianos en las listas de heridos. No obstante, este proceso se dificulta porque más del 60% de los migrantes ya poseen nacionalidad española.

El cónsul destacó que la legación diplomática habilitó un número de urgencias para los ecuatorianos en Barcelona y especificó que durante la noche del jueves, cinco de las 12 llamadas recibidas fueron para conocer datos sobre las víctimas del atentado.

Fuentes diplomáticas también informaron ayer que el nuevo embajador en España, Cristóbal Roldán, viajará hoy a Barcelona con la finalidad de visitar a las heridas. (I)