Los combates en Costa de Marfil se intensifican
Los combates entre fuerzas del régimen saliente y entrante en Costa de Marfil toman cada vez más fuerza.
Uniformados leales a Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional como vencedor de las elecciones en noviembre, continuaron ayer el asalto a Abiyán con el ataque al palacio presidencial.
Durante esta operación, la residencia oficial, actual refugio del gobernante saliente Laurent Gbagbo, quien se niega a entregar el poder tras su derrota en los comicios presidenciales, también estuvo sometida a un intenso asedio y ha sido objetivo de bombardeos.
El representante de Laurent Gbagbo en Europa, Toussaint Alain, enfatizó ayer que el presidente saliente no tiene intención de abdicar o de rendirse a algún rebelde y denunció un golpe de Estado de su rival Alassane Ouattara.
Costa de Marfil se encuentra al borde de una guerra civil después de que Gbagbo, elegido presidente en 2000 para cinco años y que ha prolongado otros cinco su mandato debido al conflicto marfileño entre 2002 a 2007, no aceptara su derrota frente a Ouattara en la segunda ronda de los comicios presidenciales del 28 de noviembre.
Según las últimas cifras de las Naciones Unidas, 496 personas han perdido la vida desde mediados del pasado mes de diciembre, cuando se iniciaron los enfrentamientos entre los seguidores de ambos candidatos a la presidencia del país. Además, 500 residentes extranjeros están refugiados en una base militar de Francia. Los ataques también alcanzaron una sede de la ONU.
Las fuerzas especiales de Laurent Gbagbo tirotearon ayer la sede de la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (Onuci), según un comunicado divulgado por el organismo. Las tropas de la Onuci respondieron a los disparos, lo que provocó un intercambio de proyectiles de al menos tres horas. La violencia se cobró una víctima extranjera: una mujer sueca de 30 años que trabajaba para el organismo internacional.
La ONU indicó, además, temer graves violaciones a los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCM), leales a Alassane Ouattara, en particular al oeste del país.
Los ataques de ayer comenzaron después de la nueva negativa de Gbagbo al ultimátum del primer ministro de Ouattara, Guillaume Soro, quien le exigió que abandonara el poder el jueves. Y fue la noche de ese día cuando se empezaron a escuchar potentes disparos con armas pesadas en los alrededores de tres edificios clave de la ciudad: el palacio presidencial, ubicado en Le Plateau, la sede de la televisión estatal (RTI) y la residencia oficial de Gbagbo, ambos en Cocody.
Un vecino de este sector contó por teléfono que los combates seguían en su zona: “Ha entrado un disparo en casa.
Afortunadamente, no ha habido víctimas, pero continúan los tiros. Estamos tumbados en el suelo para ponernos fuera del alcance de las balas. Salvo en las películas, nunca hemos oído tanto ruido”, agregó el testigo. La Unión Africana pidió ayer al presidente saliente Laurent Gbagbo que “ceda inmediatamente el poder” a su rival Ouattara.