Líderes de la UE se enfrentan a retos como Trump o migración desde Libia
Los mandatarios europeos buscan este viernes alcanzar un plan para frenar la llegada de migrantes desde las costas de Libia, en una cumbre en La Valeta donde los retos del Brexit y Trump también están presentes.
"Llegó la hora de cerrar la ruta de Libia a Italia", urgió la víspera el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a su llegada a Malta, el país más pequeño de la UE y situado a medio camino entre las costas de Libia e Italia.
En un momento de tímida recuperación tras el crash financiero de 2008, una UE debilitada empieza a enfrentar otras de sus crisis recientes, como la migratoria, al tiempo que reflexiona sobre el impulso que darán al bloque tras la salida de Reino Unido.
Con más de 181.000 migrantes en 2016, la ruta del Mediterráneo central se ha convertido en el principal itinerario hacia la UE, tras el acuerdo alcanzado en marzo con Turquía para frenar la llegada de migrantes a las costas griegas, en su mayoría huyendo de la guerra en Siria.
Para reducir el número de migrantes, la UE se compromete en la "Declaración de Malta", a cuyo borrador tuvo acceso la AFP, a reforzar el entrenamiento a los guardacostas libios, aumentar sus esfuerzos en la lucha contra los traficantes, estabilizar la situación en Libia y colaborar, a su vez, con los países vecinos.
Otros de los objetivos son apoyar a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en su política de retornos voluntarios, así como garantizar unas condiciones adecuadas en los campos de migrantes en Libia junto a esta organización y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Ambas organizaciones instaron la víspera de la cumbre a la UE "a tomar medidas decisivas para hacer frente a la trágica pérdida de vidas en la ruta del Mediterráneo central y a las condiciones deplorables para los migrantes y refugiados en Libia".
Y, este viernes por la mañana, numerosas operaciones de socorro de migrantes tenían lugar frente a las costas libias, donde varias embarcaciones humanitarias evocaron una "jornada difícil".
"Sabemos que la situación de los refugiados es dramática en Libia", aseguró la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, antes de entrar a la reunión celebrada en el Palacio del Gran Maestre, un edificio del siglo XVI que acoge la sede de la presidencia de Malta.
La crisis migratoria puso de relieve las diferencias de puntos de vista de los 28 respecto a la acogida de refugiados, si bien deben intentar hallar una solución en el caso libio, máxime después de criticar el plan antimigratorio del presidente estadounidense, Donald Trump.
La UE puede marcar este viernes la "diferencia" en la cuestión de la migración con un enfoque basado en la colaboración y con un objetivo de "salvar vidas" y de respeto de los derechos humanos, aseguró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Las controvertidas políticas y declaraciones de Donald Trump desde su llegada al poder hace justo dos semanas, durante las cuales la UE ha sido un blanco recurrente de sus críticas, han obligado a los europeos a abordar la relación transatlántica en esta cumbre informal.
Desde su elección, Trump ha celebrado el Brexit y ha llegado incluso a asegurar que otros países seguirían los pasos de Reino Unido, al tiempo que cuestionó la ayuda a sus socios de la OTAN, si no aumentaban su gasto militar nacional.
La "presión" del presidente estadounidense sobre la UE a través de sus declaraciones es "inaceptable", subrayó este viernes el mandatario francés, François Hollande, quien debe dar cuenta, al igual que Merkel y la británica Theresa May, de sus conversaciones con Trump.
Para el jefe del gobierno austríaco, Christian Kern, el mandatario estadounidense "no es una amenaza, podría representar un catalizador para una Europa más fuerte, más unida, de hecho es como una señal de alarma".
El futuro del bloque será el tema de debate durante la tarde de una reunión informal sin May, en la que los 27 prepararán la cumbre prevista en Roma el 25 de marzo con motivo del 60º aniversario de la fundación del proyecto europeo. Su objetivo es confirmar entonces el nuevo impulso de un bloque, más "unido".
Según fuentes del gobierno español, el Brexit ya fue abordado a primera hora en una reunión bilateral entre el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y May, quien le confirmó su deseo de comunicar antes de finales de marzo el primer divorcio de un país en casi 60 años de gobierno europeo. (I)