La ONU afirmó que el racismo y la xenofobia están en aumento en EE.UU.
Líder de KKK amenaza con quemar viva a afrolatina
Charlottesville.-
“Sentí miedo y por momentos quise parar la entrevista”, así describió la periodista afrodescendiente colombiana Ilia Calderón, al episodio más duro de su carrera cuando le tocó ‘enfrentarse’ contra un extremista racial miembro del Ku Klux Klan (KKK), quien la amenazó con ‘quemarla viva’.
La entrevista titulada ‘En la boca del lobo’ se realizó en la casa de Chris Barker, líder de los ‘Leales caballeros blancos’, una rama del KKK; ahí el hombre le manifestó que ella era la primera mujer negra que pisaba su hogar. La comunicadora contactó a Barker a través de Univisión, medio para el cual trabaja, sin revelarle su verdadera identidad ni su color de piel.
“Me enoja haberte visto, y a todos los de tu tipo que veo cada día… Yo no te voy a echar del país, sino que te voy a quemar viva”, dijo el extremista, quien interrumpió varias veces la entrevista por sus arranques de ira. Pero Barker no estaba solo, 6 miembros del KKK irrumpieron en el sitio con atuendos particulares e incendiaron una especie de cruz.
Ante los constantes ataques, la periodista colombiana relató que sintió “odio, rabia, un poco de desconcierto también”. “No se imaginaba quién era yo, cómo era yo”.
Desde el fin de semana los medios estadounidenses se han enfocado en entrevistar a los líderes de grupos supremacistas blancos, grupos neonazis y a la organización de extrema derecha KKK para saber sobre las bases que fundamentan al grupo.
Aquello fue luego de que el sábado un vehículo embistió en Charlottesville a un grupo de personas que rechazaban una polémica manifestación organizada por grupúsculos de la extrema derecha estadounidense. En este ataque falleció una mujer y 19 personas resultaron heridas.
Trump, en el ojo del huracán
Pero no solo el Ku Klux Klan (KKK) está en el ojo del huracán, por sus actos de racismo; el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ganó varios titulares por sus comentarios sobre estos hechos.
Durante una improvisada e incoherente conferencia de prensa en el lobby de la Torre Trump en Manhattan, Donald Trump equiparó a los supremacistas y a los manifestantes que los denuncian señalando que ambas partes eran responsables de la violencia que sacudió a esa pequeña ciudad de Virginia.
Asimismo, criticó a la izquierda que atacó a la Alt Right (término para designar a la derecha alternativa) y destacó con una fórmula que quedó en la mente de todos: que había gente ‘muy buena’ en ambos lados.
Sus palabras, lejos de dar tranquilidad, levantaron una oleada de críticas porque los estadounidenses esperaban que hiciera una condena clara y fuerte contra los movimientos racistas.
Trump es cercano a la supremacista estadounidense. Gran parte de la Alt Right viene precisamente de la tradición supremacista estadounidense y apoyó al ahora presidente en su camino a la Casa Blanca.
Aunque Trump ha intentado alejarse de sus líderes, hace meses demoró mucho en rechazar el apoyo que le dio públicamente David Duke, un exlíder del KKK. Incluso en la Casa Blanca algunos miembros del personal íntimo de Trump son acusados de ser nacionalistas blancos, fanáticos y antisemitas. Uno de ellos fue su estratega Stephen K. Bannon, quien anteriormente dirigía la página digital de la derecha Breitbart News, afiliada al movimiento Alt Right.
Su postura ha causado malestar general, incluso dentro de los miembros de su partido republicano. “En Charlottesville los errores están claramente del lado del KKK y de los supremacistas blancos”, declaró en la cadena ABC Ronna Romney McDaniel, quien dirige el Comité Nacional Republicano.
El gobernador de Ohio, John Kasich, quien fuera rival de Trump en las últimas primarias republicanas, también afirmó en la NBC: “Es necesario que repare los daños y que los republicanos hablen alto y fuerte”. Además, advirtió sobre el riesgo “de conducir la presidencia a un terreno -racista- que no es aceptable para el país”.
Por su parte, el diario The New York Times lamentó en un editorial el comportamiento de Trump, “desgraciadamente, nada sorprendente”. Mientras que la Organización de Naciones Unidas (ONU) afirmó que el racismo y la xenofobia están en aumento en Estados Unidos.
“Los actos de odio y los discursos racistas de odio deben ser inequívocamente condenados. Los crímenes de odio deben ser investigados y los autores procesados”, señala el comunicado oficial. (I)