Las movilizaciones en Venezuela convocadas para este 4 de mayo tuvieron poca concurrrencia.

Un centenar de personas se reunió en Caracas y acudió a los cuarteles a pedir a los militares que se levanten contra el gobierno de Nicolás Maduro, como solicitó el viernes el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino.

El grupo más numeroso se dirigió hacia el control militar de la residencia presidencial La Casona, donde fueron frenados por policías.

Los manifestantes, la mayoría de avanzada edad, intentaron dialogar y entregar el documento de la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional, que les garantiza el perdón jurídico si se rebelan contra Maduro.

Luego de una breve espera, se unieron al grupo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) también con equipos antidisturbios y algunos con máscaras de gas.

El comandante del grupo de la GNB recibió el documento y, posteriormente, lo quemó, constató EFE, mientras afirmaba que no iban a traicionar su deber.

Mientras tanto, Nicolás Maduro visitó ayer el Centro de Adiestramiento “G/J José Laurencio Silva”, en el estado Cojedes. Allí manifestó que “no somos un país débil ni desvalido, somos un país con una poderosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana que debe estar cada vez más unida, más cohesionada y más leal que nunca”.

Por otra parte, un helicóptero del Ejército venezolano con 7 tripulantes a bordo se precipitó a tierra en un sector  boscoso del municipio caraqueño de El Hatillo, manifestó el alcalde de la localidad, Elías Sayegh.

Según testigos, se oyeron explosiones cuando el helicóptero tocó tierra y una columna de humo se elevó en lo que se presume es el lugar del accidente. (I)