Ankara.-

La tensión política por la reforma constitucional en Turquía estalló ayer en una pelea a puñetazos entre diputados gubernamentales y opositores en el Parlamento, durante la cuarta jornada del debate de los artículos de la enmienda que dan al jefe del Estado más poder.

El choque empezó cuando diputados del partido de la oposición, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), filmaron cómo los legisladores del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP, islamita) votaban de forma pública, pese a que la Constitución establece que el voto debe ser secreto en este tipo de procesos.

Tanto el  CHP como el prokurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) afirman que los diputados islamitas votan de forma abierta para demostrar su lealtad a Recep Tayyip Erdogan, actual presidente y fundador del AKP.

“¡Es una vergüenza, un escándalo! ¡Qué pena! Obedezcan las leyes por una vez en su vida. ¿A quién enseñan el voto? ¡Al presidente! Están faltando el respeto a la gente”, dijo durante la votación el vicepresidente del CHP, Engin Altay.

La pelea fue violenta: volaron sillas, incluso se rompió el mostrador donde se dan los discursos. Legisladores resultaron heridos en la trifulca, entre ellos uno del AKP que sufrió una rotura en la nariz.

“No sirve de nada retrasar el trabajo del Parlamento”, dijo Erdogan.

En la sesión de ayer se aprobó el quinto artículo del paquete de reformas, tras la adopción de los primeros cuatro entre el martes y miércoles.

Los artículos aprobados eliminan el puesto de primer ministro, rebaja de 25 a 18 años la edad mínima para presentarse al Parlamento, incrementa el número de parlamentarios de 550 a 600 y regula las elecciones parlamentarias y presidenciales.

En total, el Parlamento votará 13 enmiendas propuestas por el AKP, que cuenta con el apoyo del opositor Partido de Acción Nacionalista (MHP), por lo que previsiblemente la reforma será aprobada y luego será sometida a referéndum.

La reforma de la Constitución, ideada por el AKP, dará más poder al Ejecutivo, lo que preocupa a la oposición por la deriva autoritaria del jefe de Estado.

Sin embargo, el AKP asegura que es necesario un sistema presidencial fuerte para asegurar la estabilidad del poder, siguiendo el modelo de los países de Francia y Estados Unidos. (I)