Argentina respalda convocatoria de Unasur
Las protestas en Venezuela disminuyen su intensidad
En el marco de la conmemoración de los 25 años del Caracazo -la insurrección popular levantada en 1989 contra medidas neoliberales- el presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo ayer un llamamiento para cesar los hechos violentos que desde hace tres semanas se registran en el país.
El Jefe de Estado asistió a una ceremonia cerca del Palacio de Miraflores en homenaje a los muertos (300 según cifras oficiales, 2.000 según investigaciones posteriores) en la insurrección contra un ajuste económico decretado en 1989 por el entonces presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez.
Al comenzar este jueves una sucesión de seis días feriados, incluyendo el carnaval, las protestas estudiantiles iniciadas por grupos opositores parecían haber perdido gran parte de su impulso. Los reportes daban cuenta del cierre de calles en algunos sectores de clase media alta en el este de Caracas y especialmente en la industrial Valencia. No obstante, una mayoría optó por aprovechar el feriado y se registró gran afluencia de personas en el terminal terrestre de esa ciudad, según reportó Telesur.
Maduro -que califica el movimiento como un intento de golpe de Estado con complicidad de Estados Unidos- precisó el miércoles que solo se registran disturbios en 14 de los 335 municipios del país.
El miércoles, poco antes de que Maduro instalara un diálogo nacional de pacificación -boicoteado por la oposición-, un juzgado ordenó la prisión preventiva de cinco agentes de los servicios de inteligencia, acusados por las dos primeras muertes de estas protestas.
Los asesinatos a balazos de un estudiante opositor y un manifestante oficialista el 12 de febrero al término de una marcha en Caracas fueron el primer hito de lo que se transformó después en desmanes y disturbios en todo el país.
La noche del miércoles, Maduro instaló en el Palacio de Miraflores, la llamada Conferencia por la Paz y la vida a la que asistieron representantes del sector empresarial y los obispos católicos con quienes coincidió en la necesidad de lograr un acuerdo para solucionar la crisis.
En tanto, el gobierno argentino respaldó la iniciativa de convocar a una reunión de la Unasur para debatir las amenazas sobre la democracia en Venezuela, afirmó el canciller venezolano, Elías Jaua, tras reunirse con su par argentino, Héctor Timerman, en Buenos Aires. (PL/AFP)