Las autoridades reportan 10 víctimas mortales
Las inundaciones afectan a Paraguay, Argentina y Brasil (GALERÍA)
Los terrenos de los cuarteles militares paraguayos fueron habilitados para que miles de personas levantaran precarios campamentos debido a que sus viviendas fueron inundadas por el desbordamiento de los ríos Paraguay y Paraná, que limitan con el sur de Brasil. Mientras en el lado argentino se cerró el acceso a las Cataratas del Iguazú debido a la crecida del río del mismo nombre, 30 veces mayor del habitual, aunque ayer el nivel descendió.
Funcionarios paraguayos indicaron que unas 100.000 personas están abandonando sus casas momentáneamente a lo largo del río Paraguay, que nace en un pantanal ubicado en el sur de Brasil. Al menos diez personas han muerto.
El nivel del río Paraguay en Asunción llegó a 5,96 metros y se teme que en las próximas dos semanas alcance los 6,40 metros.
La crecida cíclica del río Paraná, por otra parte, anegó barrios pobres de la orilla paraguaya obligando a unas 3.000 mil personas a buscar lugares altos en la zona de Ciudad del Este, a 340 kilómetros de la capital paraguaya.
El lunes al mediodía, las cataratas Iguazú alcanzaron el récord en su caudal, de 46.000 metros cúbicos por segundo, por lo que la empresa Iguazú Argentina, concesionaria del parque nacional donde se encuentra el accidente geográfico, debió cerrar casi la totalidad de los paseos y senderos de avistamiento de los saltos de agua.
El exceso de agua en las Cataratas de Iguazú se debió a las fuertes precipitaciones que afectaron al sur de Brasil, que derivaron también en la crecida del río Paraná y causaron inundaciones en el noreste argentino que se encuentra en la ribera de este río. La magnitud del fenómeno obligó a abrir las compuertas de la represa binacional Yacyretá.
En la madrugada de ayer el nivel del Iguazú empezó a descender unos cinco centímetros por hora, lo que alivió a la vez la descarga en el río Paraná que en la zona de los puertos del norte de Misiones disminuyó el caudal de forma constante.
En medio de esta emergencia, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, y el Ministro de Planificación de la Argentina, Julio de Vido, se aprestaban ayer a revisar el tratado binacional de la hidroeléctrica de Yacyretá.