La guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) repudió ayer el espionaje electrónico denunciado por el jefe negociador oficial de Colombia, Humberto De la Calle, y lo atribuyó a los “enemigos de la paz”.  

La denuncia de De la Calle “la interpretamos como el deseo suyo de poner de presente que persisten los enemigos de la paz en torpedear el proceso de conversaciones sin consideración de métodos y personas”, señaló la guerrilla en un comunicado.

“Rechazamos lo ocurrido y le manifestamos al doctor De la Calle nuestra solidaridad”, añadieron los representantes de las FARC, que negocian desde noviembre de 2012 en La Habana el fin del conflicto bélico en el país sudamericano.

El sábado el exvicepresidente De la Calle denunció la interceptación “ilegal” de sus comunicaciones electrónicas, con la intención de “sabotear el proceso de paz”.

La denuncia se produce siete meses después de que la revista colombiana Semana revelara que miembros del Ejército instalaron en 2012 una oficina para interceptar ilegalmente comunicaciones de diversas personalidades involucradas en las conversaciones de paz, incluido De la Calle, lo que desató un escándalo.