EE.UU. lanza una misión espacial
Con emoción y cierta preocupación por las condiciones del tiempo, los astronautas de la NASA, Doug Hurley y Bob Behnken, se subieron a la cápsula Crew Dragon ayer para un segundo intento de un viaje espacial histórico.
Con el lanzamiento ya retrasado tres días por el mal tiempo, el despegue se realizó con éxito, a las 15:22 hora local, y la cápsula Crew Dragon viaja ya hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), que orbita a una altitud de 400 kilómetros sobre la Tierra.
La misión conjunta de la NASA y la empresa de Elon Musk SpaceX, llamada Demo-2, ha sido calificada de histórica por tratarse de la primera vez que una nave privada lleva astronautas a la EEI.
Es un viaje lento y preciso. Hurley y Behnken pasarán19 horas en la nave espacial Crew Dragon, construida por SpaceX, mientras ascienden hacia la EEI, donde el acoplamiento será a las 10:30 de este domingo.
“Es absolutamente un honor ser parte de este gran esfuerzo para que Estados Unidos vuelva al negocio de lanzamiento”, declaró Hurley antes de la partida.
Behnken y Hurley se sumarán en la EEI a los residentes, el astronauta Chris Cassidy y a los cosmonautas Anatoly Ivanishin e Ivan Vagner.
La duración de la estadía de ambos en la EEI no ha sido informada aún, pero Crew Dragon puede permanecer 114 días en el espacio.
La cápsula Crew Dragon, sobre el cohete Falcon 9, despegó desde la plataforma de lanzamiento 39A, la misma que utilizó el Apollo 11, la histórica misión de 1969 que posó por primera vez al hombre en la Luna.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vicepresidente Mike Pence asistieron al lanzamiento en directo desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en el Estado de Florida.
Se trata del primer lanzamiento desde suelo norteamericano desde 2011, cuando se puso fin al programa del transbordador espacial.
La misión se desarrolla en medio de las restricciones impuestas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, lo que obligó a los tripulantes a someterse a múltiples exámenes de covid-19.
Por ello, esta vez tampoco hubo una multitud de espectadores reunidos a distancia para observar el lanzamiento.
El pasado miércoles, la misión fue suspendida en el último momento por la llegada de la tormenta tropical Berta, pero ayer el pronóstico climático ayudó para que, por primera vez en la historia, una compañía aeroespacial privada llevara a dos hombres al emblemático laboratorio espacial internacional. (I)
La empresa privada entra en la carrera espacial
Hace casi una década EE.UU. puso fin a su programa de transbordadores espaciales debido al elevado coste de este tipo de misiones.
Desde entonces han sido China y, sobre todo, Rusia las naciones que han posibilitado el traslado de seres humanos al espacio.
De hecho, en los últimos años Washington había confiado a Rusia el envío de sus astronautas, gracias a la nave Soyuz, que habitualmente despega desde la base kazaja de Baikonur, una instalación financiada, en cualquier caso, por Moscú.
Sin embargo, la entrada del sector privado (SpaceX) en la carrera espacial parece haberle dado un nuevo impulso a Washington, que ahora incluso trabaja en la posibilidad de enviar una misión tripulada a Marte, programada para el año 2024. (I)