La conquista espacial da un paso más con la misión Demo 2
Un avance en la conquista del espacio exterior, así lo definen expertos al primer viaje comercial al espacio que salió el sábado 30 de mayo desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos.
SpaceX, la empresa privada que creó la cápsula y el cohete propulsor, pretende desarrollar turismo espacial. Incluso, su meta es llegar a Marte.
Para Ronnie Nader, director de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Ecuatoriana, esta empresa comercial abre la posibilidad de que no solo astronautas del Gobierno vuelen, sino también privados. “Es un avance inmenso”, asegura.
Antes este tipo de viajes se hacían a través de transbordadores: un pequeño avión iba sobre un cohete. Según Nader hubo cinco de estos, dos se cayeron, murieron 14 personas.
Ahora el viaje al espacio se realizó en una cápsula denominada Crew Dragon impulsada por el cohete Falcon 9.
Ya en órbita la cápsula se desprendió y viajó por sus propios medios hasta la Estación Espacial Internacional, a la que ayer ya se acopló.
Jorge Rosero, coordinador académico de la carrera de Ingeniería en Electrónica y Automatización de la Universidad de Las Américas, explica que este vuelo es de prueba para verificar -entre varias cosas- la resistencia del aparato y su tecnología.
Rosero detalla que, por ejemplo, se probará cuánto pueden soportar los paneles solares adosados a la nave para cargar sus baterías y poder propulsarse en el espacio.
El académico destaca además que esta nave es reutilizable. Antes el cohete, por ejemplo, se desintegraba. Ahora, la parte de la propulsión ya regresó a la Tierra. “Son miles de millones de dólares en ahorro”, asegura.
Para Ericson López, director del Observatorio Astronómico de Quito y académico de la Escuela Politécnica Nacional, estas pruebas permitirán más adelante, con los avances tecnológicos y científicos, presentar una propuesta de turismo espacial.
“Es una buena alternativa. Esos recursos servirán para que continúe la investigación para viajar por el espacio”, considera el director del Observatorio.
Según López, la humanidad no conoce más allá de los 100 kilómetros de altura desde donde termina la atmósfera. Incluso aún se está probando cómo salir al vacío exterior.
“Este viaje es un gran paso para responder a la gran interrogante de si somos lo únicos”, comenta.
Para Nader, quien fue también el primer astronauta del país, el espacio para la humanidad es la posibilidad de sobrevivir. “Hay cientos de mundos a nuestro alcance en el sistema solar”, dice. (I)
Turistas del espacio deberán prepararse físicamente
Según Ronnie Nader, primer astronauta ecuatoriano, quienes quieran viajar al espacio necesitarán un entrenamiento de astronauta sin serlo. “Es así que no todos podrán hacer este vuelo”, comenta.
El espacio exige mucho del cuerpo humano. La persona necesita una preparación física, académica y psicológica. Debe, por ejemplo, soportar presiones de hasta seis veces su propio cuerpo sobre el pecho o la cabeza en el despegue o al regreso.
En el espacio se está encerrado por varios meses, eso tiene un efecto psicológico para el que se debe estar preparado. Además, estar mucho tiempo en gravedad cero afecta al cuerpo, empieza a funcionar de otra forma.
Por ejemplo, una herida no sana rápidamente porque la sangre no fluye. Si tiene una gripe, la congestión nasal no baja por las fosas nasales. Incluso dormir es complicado. “Uno no puede bañarse porque el agua no cae, hay que hacerlo con pañitos húmedos”, dice Nader. (I)