La UE trata de convencer a Japón y Corea para que se sumen al embargo a Irán
La Unión Europea (UE) intenta convencer a Japón y a Corea del Sur para que se sumen al embargo que impone al petróleo iraní, y si lo consigue podría dejar a Irán prácticamente sin la mitad de su mercado de crudo.
Según explicó hoy una fuente europea, ya ha habido "contactos preliminares" con los dos países asiáticos y hay indicios de que estarían en disposición de seguir la línea acordada ayer por los veintisiete para imponer dichas sanciones a Irán en represalia por el programa nuclear del régimen iraní.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea decretaron ayer un embargo sobre el crudo iraní, que prohíbe inmediatamente todos los nuevos contratos y da de plazo hasta el 1 de julio para poner fin a los ya existentes.
Con el cierre del mercado europeo, Irán perderá a un cliente que compraba en torno al 20 % de su exportación petrolera.
Según fuentes comunitarias, el efecto de la medida -que busca cortar la financiación del programa nuclear iraní y forzar al gobierno de Teherán a negociar- se hará notar sin duda en la economía del régimen persa, que obtiene una mayoría de sus ingresos a través de la exportaciones de petróleo.
Ese efecto, sin embargo, podría multiplicarse en caso de que Japón y Corea del Sur, tradicionales aliados de Europa y Estados Unidos, se uniesen con una medida similar.
Japón importa alrededor de un 17 % del petróleo iraní, mientras que Corea del Sur compra en torno al 9 %, según datos de 2010.
Combinado con el europeo, los tres mercados suman cerca del 50 % de las exportaciones de Irán, que vende más de dos millones de barriles al día.
Tanto Japón como Corea del Sur tienen ya sanciones en vigor contra Irán en base a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el programa nuclear iraní.
Mientras tanto, la UE intentará también persuadir a China e India para que no aumenten sus compras de petróleo iraní en sustitución de las que llevaba a cabo Europa, indicó la misma fuente.
Según explicó, es probable que tras perder el mercado europeo Teherán ofrezca a otros países crudo con importantes descuentos.
"Queremos que China e India sean, al menos, neutrales", señaló la fuente, que dijo que sería poco realista buscar que los dos países vetaran a Irán.
China es el mayor importador de crudo iraní, con alrededor del 20 %, e India el tercero, con el 16 %.
Mientras tanto, la UE ya ha comenzado la búsqueda de proveedores alternativos, tal y como explicó ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Según aseguró García-Margallo, España cuenta con compromisos de Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico para sustituir el petróleo iraní y mantener los precios.
Fuentes comunitarias explicaron hoy que Arabia Saudí es el principal interlocutor de cara a obtener el petróleo que necesita la UE -el iraní representa en torno a un 5 % del total importado, pero un porcentaje mucho mayor en países como España, Italia y Grecia-, pero subrayaron que hay más países dispuestos a apoyar a Europa vendiéndole crudo con unas buenas condiciones.