La UE entiende a indignados, pero defiende plan de ajuste
La Unión Europea insistió ayer en defender la austeridad como única vía hacia el crecimiento y la creación de empleo, pero por primera vez reconoció la legitimidad del movimiento de los “indignados” y propuso medidas concretas contra la irresponsabilidad del sector financiero.
Tras la cumbre social celebrada ayer en Bruselas, los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea (CE), Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, se hicieron eco de algunas de las reivindicaciones del movimiento de los “indignados” y, en concreto, de las críticas al papel desempeñado en la crisis por varias entidades financieras.
Además de las dos instituciones comunitarias, participaron en la cumbre social representantes de la patronal y sindicatos europeos.
Durante la reunión, los líderes comunitarios y la patronal europea recalcaron el mensaje de que la austeridad permitirá recuperar la confianza en la economía, lo que a su juicio sentará las bases para el crecimiento y la creación de empleo.
“La confianza es lo que más necesitamos en Europa, y solo si solucionamos la crisis de la deuda soberana podremos restaurar la confianza y volver a crear puestos de trabajo”, expresó Barroso.
Van Rompuy subrayó que restaurar la confianza en el sector financiero y en los mercados de deuda es necesario para devolver a su vez la confianza a empresas y consumidores, e insistió varias veces en que todo está conectado a la hora de favorecer el crecimiento de la economía.
Al ser preguntados sobre las manifestaciones de “indignados” que tuvieron lugar el pasado sábado en el mundo, Barroso y Van Rompuy afirmaron que comprendían sus reivindicaciones y las veían legítimas. “La preocupación de estos jóvenes sobre el crecimiento y el empleo es legítima, pero nuestra responsabilidad es pasar por este período impopular para preservar un futuro mejor”, dijo Van Rompuy.
Para Barroso, este movimiento global es en gran medida resultado de algunas decisiones irresponsables, y en algunos casos incluso ilegítimas, tomadas en el sector financiero. Ambos destacaron la necesidad de una contribución más justa del sector en la recuperación de la economía europea, y anunciaron además propuestas concretas para endurecer las sanciones por abusos en los mercados.
“El sector financiero también tiene responsabilidades, incluyendo penales. Haremos esta semana una propuesta en este sentido dentro de nuestras iniciativas para regular el mercado financiero”, indicó el presidente de la Comisión Europea.
Los sindicatos europeos, por su parte, volvieron a pedir que el ajuste presupuestario de los estados miembros se lleve a cabo más a largo plazo, y no como se está haciendo sin resultados en Grecia, señaló la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Bernardette Ségol.
En la reunión con los líderes europeos, los responsables sindicales pidieron otras soluciones destinadas a promover el crecimiento y el empleo, y en concreto propusieron una estrategia comunitaria para desarrollar un modelo productivo más sostenible. Ségol también denunció que la crisis deuda soberana se siga viendo agravada por los problemas de capital que sufren algunos bancos europeos.
“Los bancos han tenido ganancias en estos últimos años y, en vez de invertir en recapitalizarse, las han gastado en dividendos y bonos para sus directivos. Esto no puede seguir así, es inaceptable”, señaló Ségol.
“Si los gobiernos tienen que volver a prestar ayuda al sector bancario, seguirán aumentando su deuda y la pagarán los ciudadanos”, añadió la representante sindical.