La "troika" tratará de corroborar la buena marcha de Irlanda tras el rescate
La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI revisan desde este martes en Dublín el cumplimiento de las condiciones del rescate aprobado hace un año para Irlanda, ante el optimismo del Gobierno irlandés por la buena marcha de su economía.
Durante los próximos diez días, esta troika evaluará los progresos efectuados por el Gobierno irlandés, el "modelo" a seguir por otros países con graves problemas de deuda en la zona euro, aseguró a Efe Alan McQuaid, economista de la consultora Bloxham.
Se trata de la cuarta revisión trimestral que efectúan esos organismos internacionales desde que el pasado noviembre concediesen al Ejecutivo irlandés un paquete de ayuda valorado en 85.000 millones de euros.
Superados los anteriores tests con buena nota, el énfasis de esta nueva evaluación recaerá sobre el estado actual del rescate y los pasos que tiene previsto dar el Gobierno hasta diciembre, cuando presente los Presupuestos Generales para 2012.
Es este último aspecto sobre el que la troika fijará su lupa para determinar cuál es la mejor vacuna para atajar la crisis.
Según McQuaid, el FMI y la UE mantienen "diferencias" a la hora de decidir si Irlanda, y por extensión otros países, deben acometer más medidas de ajuste o si, por el contrario, convendría "aflojar la cuerda" y centrarse en programas que estimulen el crecimiento.
El rescate a Irlanda obliga a su Gobierno a adoptar medidas de ajuste en los Presupuestos encaminadas a ahorrar 3.600 millones de euros durante el próximo año para reducir su déficit público hasta el 8,6 % del Producto Interior Bruto (PIB).
La "hoja de ruta" irlandesa también prevé que 1.500 millones de euros vayan a parar a las arcas del Estado a través de impuestos adicionales, mientras los 2.100 millones restantes se obtendrán de una severa reducción del gasto público, pese a que el Gobierno ha prometido no modificar el régimen fiscal ni los subsidios sociales.
"No creo que sea necesario hacer más recortes, lo que hay que hacer es proteger la economía, generar crecimiento, eso es lo que cuenta", afirmó McQuaid.
El cumplimiento de esos objetivos dependerá, en gran medida, del crecimiento del próximo año en Irlanda, una de las economías más globalizadas y muy expuesta a los vaivenes de los mercados internacionales.
Un portavoz del Banco Central Irlandés (ICB) indicó hoy a Efe que la entidad aboga por "acelerar" los planes de ajuste e incluir otras medidas aparcadas para años venideros.
La pasada semana, el ICB revisó al alza las perspectivas de la economía nacional al pronosticar que el PIB crecerá este año un 1 %, dos décimas más que lo previsto en julio, aunque en 2012 el crecimiento será del 1,8 %, tres décimas menos de lo pronosticado.
Con poco margen de maniobra, el Gobierno de Dublín se mantiene a la expectativa de los dictados de la troika, razón por la que aún no ha tomado una decisión al respecto.
El argumento a favor de superar el objetivo de reducir el déficit hasta el 8,6 % del PIB resalta que, en este escenario, las finanzas públicas se harían más resistentes para afrontar posibles golpes negativos sobre la economía en el futuro.
Sin embargo, algunos observadores advierten sobre los riesgos de "sobrecargar" los próximos presupuestos dado que la demanda interna continuará siendo débil, pues se espera que el consumo privado caerá un 2,6 % durante este año y un 0,8 % en 2012.
El Gobierno y la troika tienen previsto también durante los próximos días abordar la venta de bienes estatales y la introducción de otras medidas de ajuste en forma de impuestos, como uno destinado a gravar la vivienda.
Con la privatización de recursos estatales, Dublín espera recaudar unos 2.000 millones de euros, lo que dará pie a un nuevo debate para decidir qué se hace con ese dinero.
"Esa cantidad podría destinarse a desarrollar proyectos de creación de empleo. Los mercados, de momento, están reaccionado positivamente a la política económica del Gobierno", añadió McQuaid.