La OTAN rechaza amenazas rusas y seguirá adelante con el escudo antimisiles
Los países de la OTAN rechazaron hoy las amenazas lanzadas por Rusia contra el sistema de defensa antimisiles que está desarrollando la Alianza y se comprometieron a seguir adelante con el proyecto y a buscar "cooperación" con Moscú.
En vísperas de una reunión que se prevé tensa con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, los ministros de Exteriores aliados hicieron hoy un llamamiento al diálogo.
"Seguimos convencidos de que la transparencia que se conseguiría a través de la cooperación en defensa antimisiles reforzaría las relaciones OTAN-Rusia", señalaron en un documento aprobado en su reunión.
Los países de la Alianza Atlántica recalcaron una vez más que el escudo que Estados Unidos y sus aliados están desplegando en Europa tiene "naturaleza defensiva" y "no minará la disuasión estratégica de Rusia".
"Necesitamos defensas antimisiles para nuestra propia seguridad", insistió en una rueda de prensa el secretario general, Anders Fogh Rasmussen.
El político danés lamentó las recientes amenazas lanzadas por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y no descartó que fuesen fruto de la campaña electoral en el país.
Medvédev amenazó el mes pasado con emplazar en el sur y en el oeste de Rusia sistemas de armamento de ataque modernos que estén en disposición de garantizar la destrucción del componente europeo del sistema antimisiles.
El jefe del Kremlin anunció además el despliegue de un radar de alerta temprana sobre ataques con cohetes en el enclave báltico de Kaliningrado y dio la orden de cargar todos los cohetes balísticos en servicio con cargas de combate capaces de superar defensas contra misiles.
"He de decir que esas respuestas nos recuerdan a una era de confrontación ya pasada", aseguró hoy Rasmussen, que recordó que tales amenazas van en contra del compromiso de cooperación estratégica que las dos partes sellaron el pasado año en su cumbre de Lisboa.
Sin embargo, consideró que la OTAN no debe "reaccionar desproporcionadamente" y consideró "prematura" cualquier acción que pase por movilizar medios militares para responder a los planes rusos de desplegar equipos en su frontera occidental.
También descartó que Moscú pueda dificultar la misión de la Alianza en Afganistán rompiendo los acuerdos de tránsito sellados y recordó que Rusia tiene interés propio en la estabilización del país asiático.
El secretario general aliado prefirió centrarse en los elementos positivos del discurso de Medvédev y destacó que Moscú no ha cerrado la puerta al diálogo.
Así, confió en que el encuentro de mañana permita "refrescar el ambiente" y se mostró confiado en poder lograr un acuerdo de cooperación antimisiles de aquí al mes de mayo, cuando se celebrará en Chicago la próxima cumbre de la OTAN.
Sin embargo, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, reconoció que el diálogo con Moscú está "cerca de un punto muerto", aunque defendió seguir insistiendo.
Ante los planes de la Estados Unidos y la OTAN para desarrollar un sistema antimisiles que proteja a Europa de posibles ataques de naciones como Irán, Rusia propuso en un principio un escudo conjunto, idea que fue rechazada por los aliados.
Finalmente las dos partes acordaron desarrollar sistemas independientes y cooperar, pero los progresos en el diálogo han sido "más lentos de lo esperado", tal y como hoy admitió el propio Rasmussen.
Los ministros de Exteriores también iniciaron hoy oficialmente las conversaciones sobre el futuro papel de la OTAN en Afganistán a partir de 2014, una vez que se complete la retirada de las fuerzas de combate internacionales.
El objetivo de la organización es que esa estrategia a largo plazo con Kabul quede totalmente definido en la cumbre de Chicago y, por ahora, se limita a señalar que continúa "comprometida, dentro del amplio esfuerzo de la comunidad internacional, a apoyar a Afganistán". EFE