La OTAN aprueba el embargo de armas
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó ayer utilizar sus medios navales para bloquear la entrada de armas en Libia, pero sigue dividida en cuanto a intervenir o coordinar la intervención militar por aire en el país magrebí.
Pese a ello, en el cuarto día de la operación de las fuerzas aliadas Odisea del Amanecer, los ataques contra objetivos de la fuerza libia continuaron, así como también los enfrentamientos entre fuerzas leales a Muamar el Gadafi, quien sigue desafiante al no cumplir el alto al fuego que pide la comunidad internacional, y los rebeldes.
Según fuentes aliadas, los países tienen distintas opiniones sobre el rol que la Alianza debe desempeñar en esa operación y su relación con la coalición internacional (liderada por EE.UU., Francia, Reino Unido) que hasta ahora ha ejecutado los bombardeos y ha impuesto la zona de exclusión aérea aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hoy habrá una nueva reunión.
Francia propuso ayer establecer una “dirección política” de la operación militar, que ejercerían los ministros de Exteriores de los países que participan en la coalición de voluntarios. Esa opción podría aún dejar para la OTAN el mando militar o las tareas de coordinación, que hasta ahora ha desarrollado EE.UU. y de las que Washington quiere deshacerse. Desde El Salvador, El presidente Barack Obama, expresó ayer su confianza en que en los próximos días su país podrá transferir el mando de las operaciones en Libia a otros miembros de la coalición.
La división en el seno de la Alianza se acentúa, además, con la postura de Alemania y Turquía, que han decidido mantenerse al margen de los ataques. Con todas estas diferencias pendientes de resolución, la OTAN sí logró ayer consenso para utilizar sus medios navales. Las fuerzas aliadas en el Mediterráneo vigilarán, informarán y, si es necesario, detendrán barcos sospechosos de transportar armas ilegales o mercenarios, señaló su secretario Anders Fogh Rasmussen.
Mientras tanto, las baterías antiaéreas se volvieron a escuchar ayer en la capital, Trípoli, informó la cadena Al Yazira desde la capital libia. Además, un caza estadounidense F-15, que participaba en los ataques aéreos en Libia, se estrelló y sus dos tripulantes se eyectaron del aparato y fueron rescatados, anunció el Ejército de EE.UU.
Los combates encarnizados entre fuerzas leales a Gadafi e insurgentes prosiguieron también ayer en varias ciudades del oeste de Libia. Las fuerzas leales al dictador retomaron ayer el ataque sobre Misrata, tercera ciudad del país al este de Trípoli.
Esto ha provocado que miles de personas huyan hacia el este. Así lo confirmó el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Adrian Edwards tras detallar que sus equipos en la frontera egipcia con Libia constataron que miles de libios se marcharon hacia el este y se refugiaron en casas y escuelas. “Ellos prefirieron huir del país por temor a una nueva ofensiva de de Gadafi”, prosiguió.