La muerte de Nemtsov, "crimen político" para la oposición y "provocación" para el Kremlin
Los dirigentes occidentales y la oposición rusa denunciaron el asesinato el viernes del opositor Boris Nemtsov en el centro de Moscú, mientras que el presidente Vladimir Putin y sus aliados hablaron de una "provocación" contra el Kremlin para "desestabilizar el país".
Mientras la policía seguía buscando al o los asesinos, cientos de personas depositaban flores y velas el sábado por la mañana sobre el Gran Puente de Piedra, no muy lejos de los muros del Kremlin, donde mataron al oponente de 55 años en la víspera, poco antes de medianoche, mientras paseaba con una mujer joven.
La sección moscovita del Comité de Investigación apuntó a que podría tratarse de un asesinato cuidadosamente planificado.
"Hacia las 23:15, un coche se acercó a ellos y alguien disparó unos cuantos tiros, cuatro le impactaron en la espalda y causaron su muerte", declaró una portavoz del ministerio ruso del Interior, Elena Alexeeva, a la cadena de televisión Rossiya 24.
El presidente estadounidense Barack Obama condenó la "muerte brutal" de Boris Nemtsov, exvice primer ministro de Boris Yeltsin, entre 1997 y 1998. La jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini y el Consejo europeo también dieron muestras de su "indignación".
"Odioso asesinato" de un "defensor de la democracia"
El presidente francés François Hollande denunció "un odioso asesinato" y honró la memoria de un "defensor valiente de la democracia", y la canciller Angela Merkel pidió a Vladimir Putin que arrojara luz sobre esta "vil muerte".
"(Boris Nemtsov) era un puente entre Ucrania y Rusia, y este puente ha sido destruido (...). Pienso que no ha ocurrido por azar", reaccionó el presidente ucraniano, Petro Poroshenko.
La exdisidente y oponente de Vladimir Putin, Liudmila Alexeieva, declaró a la agencia RIA Novosti que "se trata de un asesinato político atroz".
Un asesinato organizado "contra Rusia"
La cantinela era del todo diferente del lado del poder ruso: "Putin ha declarado que este asesianto brutal lleva las marcas de una muerte por encargo y que tiene todos los rasgos de ser una provocación", indicó su portavoz, Dmitri Peskov.
El oponente "no representaba ningún peligro político para Putin y si lo comparamos con su popularidad, Boris Nemtsov apenas era algo más que un simple ciudadano", añadió Peskov, citado por la agencia Interfax.
Un responsable del partido comunista, Ivan Melnikov, consideró que se trataba de una "provocación destinada a potenciar la histeria antirrusa en el extranjero".
La muerte de Boris Nemtsov tiene por objetivo "la desestabilización de la sociedad", consideró un responsable del partido pro-Kremlin Rusia Unida, Vladimir Vasiliev.
El último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, lamentó la muerte de Boris Nemtsov y expresó su temor de que los asesinos no sean encontrados: "En este tipo de crimen, los ejecutores son tales que a veces es difícil encontrarlos", declaró.
En los últimos años han muerto varios opositores al Kremlin, entre los que destacan la militante de los derechos humanos Natalia Estemirova, el abogado Stanislav Markelov o las periodistas Anastasia Baburova y Anna Politkovskaia. Los autores han sido a veces arrestados y condenados pero no quienes encargaron los crímenes.
Unas horas antes de ser asesinado, Nemtsov había hecho un llamado a los rusos para que se manifestaran este domingo contra la "agresión de Vladimir Putin" en Ucrania y por la interrupción de la guerra en el este separatista prorruso.
En lugar de la manifestación prevista, se ha organizado una marcha el domingo, autorizada por las autoridades de Moscú, para rendir homenaje a Nemtsov.
"Hemos dado nuestro consentimiento para este acontecimiento", declaró a la agencia RIA Novosti un responsable del Ayuntamiento de Moscú, Alexei Maiorov.
El funcionario precisó que la ruta de la marcha, que podría reunir hasta 50.000 participantes, atravesará el Gran Puente de Piedra, donde fue baleado Nemtsov.