El pasado enero La Corte internacional determinó nuevos límites entre ambos países
La marcha en “triángulo terrestre” tensiona las relaciones entre Chile y Perú
Tras el fallo de La Haya de enero pasado, que redefinió la frontera marítima entre Chile y Perú, un sector de la sociedad chilena pensó que el dictamen de la Corte internacional zanjaría los problemas limítrofes entre ambos países. Pero se equivocaron. Esto porque la relación entre ambos vecinos se volvió a tensionar a causa de una nueva carta marítima peruana que parte desde un punto que Chile no reconoce como el inicio de la frontera terrestre.
Todo comenzó la semana pasada, cuando el propio presidente peruano, Ollanta Humala, dio a conocer la nueva carta que sitúa un cambio en el llamado triángulo terrestre, un terreno de 37.610 metros cuadrados (equivalente a 5 canchas de fútbol), que es materia de disputa en la frontera entre Chile y Perú. Mientras Lima señaló en su nueva delimitación que la frontera comienza en el Punto de Concordia (hito 266), en el extremo sur de este triángulo y a la orilla del mar, Chile estima que el límite es a partir del hito 1, más hacia el noreste.
Tras la presentación de la carta de Humala, las autoridades chilenas hicieron sus descargos y desde entonces se levantó una polémica que derivó en una marcha nacionalista peruana en “defensa” del triángulo terrestre. La protesta se realizó ayer con escasa convocatoria, unas 100 personas, incluso menos, pero sí con bastante ruido en el aspecto diplomático y mediático. Los organizadores esperaban unas 2 mil personas. El Gobierno chileno de Michelle Bachelet advirtió que quienes crucen la frontera deberán atenerse a las consecuencias, mientras que Humala llamó a la “calma”.
Ciro Silva, organizador de la marcha de corte nacionalista y coordinador del Comité Cívico Patriótico de Tacna, insistió durante la mañana que llegaría a como dé lugar hasta el triángulo terrestre. Según él, se trata de un territorio peruano. Además, señaló que 2 paracaidistas saltarían desde un avión Cessna para izar la bandera de Perú en esta zona, que es campo minado desde la década del 70.
“¡El triángulo terrestre es peruano!”, decía la pancarta que desplegaron los manifestantes, que luego intentaron trasladarse en bus desde el centro de Tacna hasta el triángulo, pero como a medio camino fueron interrumpidos por la Policía, recorrieron a pie unos 15 kilómetros. A esa hora, la marcha no sobrepasaba las 40 personas y finalmente no pudieron acceder al triángulo. Para Silva se trató de un “éxito”.
Para Chile, los límites del triángulo están claros. Aunque La Haya no se pronunció al respecto, ratificó de forma implícita que la frontera inicia en el hito 1 debido a que usó esa delimitación para proyectar la línea de demarcación en el océano Pacífico, utilizando el paralelo. Lima rechaza esta interpretación.
La tensión escaló ayer ante el temor de las autoridades chilenas y peruanas de que los manifestantes ingresaran a la zona, no solo por las minas, sino porque este hecho ha generado un impasse político entre 2 países que se suponía habían resuelto sus problemas tras la Guerra del Pacífico (1879-1883) luego del fallo de La Haya. Incluso, el ministro del Interior de Perú, Daniel Urresti, se trasladó hasta la ciudad fronteriza de Tacna junto al director general de la Policía peruana, Jorge Flores, para monitorear la protesta. Urresti dio instrucciones estrictas al contingente peruano de impedir el paso de la marcha nacionalista, aunque insistió en que “ese territorio es nuestro”. Ambos países desplegaron varios policías en el lugar, lo que impidió el paso de la marcha.
El canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez, pidió “prudencia” a los manifestantes, y lo propio hizo su par chileno, Heraldo Muñoz.
De acuerdo con la cancillería peruana, “el triángulo terrestre es una ficción y no existe pues la línea de frontera es una continua, y se inicia en el Punto de la Concordia, en la orilla del mar, según lo acordado por ambos países” en el Tratado de Límites de 1929.
“Chile va a defender su soberanía”, replicó Muñoz. Además el gobierno de Bachelet advirtió que la carta limítrofe peruana “excede” en lo suscrito por el dictamen de la Corte Internacional de Justicia. Inclusive el expresidente Ricardo Lagos se refirió ayer a la marcha, la que calificó como un “error”.
Este nivel de declaraciones no se veía hace años, ya que ambos países optaron por cuidar el tono de las controversias limítrofes en el período previo al fallo de La Haya, del 27 de enero pasado. La tensión de ayer fue similar a lo ocurrido en marzo de 2001, cuando se produjo el impasse conocido como “el incidente de la caseta de vigilancia”. Ese año, la Infantería de Marina de la Armada de Chile ubicó una caseta de vigilancia entre el hito 1 y la orilla del mar, lo que generó una airada protesta de Perú. Un mes después la caseta fue retirada.