“Hoy es tiempo de misericordia”, con esta frase el papa Francisco clausuró con una misa un histórico encuentro de obispos del sínodo que aprobó la bienvenida a la Iglesia a católicos divorciados y casados de nuevo por lo civil.

Después de 3 semanas de debates y 2 años de consultas el sábado fue aprobado el documento final el sínodo. Aunque no hubo ningún cambio de doctrina, ni grandes novedades pastorales, algo que decepcionó a quienes tenían expectativas de reformas drásticas, abrió la puerta de la Iglesia a los divorciados vueltos a casar, al mismo tiempo que ratificó su rechazo a las uniones homosexuales.

El texto recomienda que cada sacerdote evalúe “caso por caso” si les da la comunión a los feligreses divorciados vueltos a casar. Además despejó el camino del Papa para seguir construyendo una Iglesia cuyo “primer deber no es distribuir condenas o anatemas, sino proclamar la misericordia de Dios”, como dijo el propio Pontífice en su encendido discurso de cierre del encuentro.

El documento final, que consta de 94 párrafos, todos aprobados con una mayoría calificada de dos tercios como mínimo: en este caso 177 votos, concluyó con un pedido: “Que el Santo Padre evalúe la oportunidad de ofrecer un documento sobre la familia”.

El tema de los divorciados en nueva unión aparece en el documento final bajo el subtítulo “Discernimiento e integración” y está en los numerales 84, 85 y 86.

Según el numeral 84, los divorciados no solo no pueden comulgar, sino que tampoco pueden ser padrinos de bautismo o confirmación ni leer lecturas en misa, entre otras prohibiciones.

Una vez difundido el documento final y su votación, ayer se consideró una virtual victoria del Papa que fuera aprobada con consenso una “vía de discernimiento” para los divorciados vueltos a casar del párrafo 85.

El sector conservador peleó como nunca para evitar esta apertura. Esta cuestión, fue el tema más disputado: aprobado por 178 votos, es decir, sólo uno más de los 177 necesarios para alcanzar la mayoría calificada de dos tercios (hubo 265 padres sinodales presentes).

La Iglesia señaló que sin una anulación, estos católicos están esencialmente cometiendo adulterio y no pueden recibir la comunión. “A diferencia del año pasado todos los párrafos obtuvieron una mayoría de consenso de dos tercios, fue un documento de consenso”, destacó el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, en una conferencia de prensa.

El texto abarca muchas puntos importantes entre ellas la migración, pobreza, familias monoparentales y poligamia. El sumo pontífice recordó que la palabra “sínodo” significa “caminar juntos” e invitó a los fieles a acompañarlo. (I)