La extrema derecha trata de evitar la reelección de Santos
A medida que pasan los días, los polos cruzados de la extrema derecha en Colombia se acercan con dos objetivos claros: entorpecer el proceso de paz que actualmente negocian el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), e impedir la reelección del presidente Juan Manuel Santos.
Esta es la conclusión que sale a la palestra en el ambiente político colombiano, donde los analistas y expertos denuncian con nombres propios a los propiciadores de esta tarea: los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.
“Las ambiciones personales y políticas se han mezclado para generar una alianza de la extrema derecha no solo contra el proceso de paz, sino contra las aspiraciones del actual mandatario. Ese es el plan propiciado por los expresidentes Pastrana y Uribe”, sostiene el politólogo Bernardo García.
El experto considera que “si esto no es así, por qué dos personas que eran casi que irreconciliables, y fungían como enemigos políticos, ahora se acercan, se reúnen, planean y a los ocho días sabotean la convención del Partido Conservador, que escoge a la exministra Martha Lucía Ramírez como candidata a la presidencia. Sin embargo, todos saben la cercanía de Ramírez con Uribe y como se dice, blanco es gallina lo pone”.
Precisamente esta cruzada contra Santos es la que ha propiciado una crisis dentro del Partido Conservador que hoy cuenta con 16 parlamentarios y que en estos últimos tres años han estado junto al presidente dentro del programa de Unidad Nacional en torno a las iniciativas del actual gobierno.
Sin embargo, con el surgimiento de la candidatura de Ramírez, hoy esa unidad está prácticamente congelada. Ya el expresidente Andrés Pastrana ha reclamado un trofeo y es que los 3 ministros de filiación conservadora, que hoy figuran en el gabinete de Santos, renuncien.
Luego de la polémica Convención del Partido Conservador, en la que esta colectividad decidió no acompañar la reelección del presidente y elegir a Ramírez como su carta presidencial, la propia candidata consideró que ya no tiene sentido permanecer en la Unidad Nacional.
“La intención de Uribe, desde un comienzo, fue sabotear al gobierno y el proceso de paz. El papel de divide y reinarás lo está haciendo al pie de la letra, y esa división va a ser aprovechada por los sectores más recalcitrantes de la política y que quieren propiciar que las negociaciones de La Habana entre gobierno y guerrilla queden en el aire”, sostiene el analista Gonzalo Mercado.
Por el lado de la izquierda, que también permanece desunida sin saber qué camino coger, sorprende la falta de liderazgo de sus dirigentes que no aprovechan la actual coyuntura política, sobre todo de cara a las elecciones presidenciales.
Para el profesor y catedrático, Rodrigo Lesmes, “los partidos de izquierda en Colombia parece que no existieran. Quedaron anquilosados con las decisiones de la Procuraduría frente a la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, pero están dejando pasar por debajo de la rendija las intenciones de Uribe, de desbaratar el ambiente político para después pescar en río revuelto”.
Para las presidenciales, los partidos de izquierda tienen dos candidatos: Clara López y Aída Abella, dirigente de la Unión Patriótica. Pero las dos aparecen al final de las encuestas y no registran alta popularidad. Una posibilidad que se estudiaba era que Antonio Navarro Wolf, exguerrillero del M19, declinara sus aspiraciones al Senado y tomara las riendas del partido de los Progresistas, en el que también milita el alcalde Petro.
“Navarro Wolf, de los dirigentes de izquierda, es quien mejor figura en las encuestas, pero no es candidato a la Presidencia. Ha preferido aspirar al Senado, porque sabe muy bien que son tantas las disputas de la izquierda que sería un milagro unirlas en torno a un solo nombre”, asegura Juan Carlos Benítez, militante de los Progresistas.
De otra parte, el partido de la U, en el que ha estado inscrito Santos, dio el aval al mandatario para empezar en firme su campaña a la reelección. No en vano la recuperación de la popularidad del gobernante Santos ha sido notable en los últimos meses tras el paro del sector agrícola en agosto del año pasado, que alteró el orden público y la percepción de seguridad.
De acuerdo con lo anterior, la probabilidad de reelección de Santos resulta alta actualmente, ya que cuenta con el 50% de reconocimiento. De acuerdo con la última consulta de la firma Ipsos, el 31% de la población votaría en blanco o se encuentra indecisa, lo que puede conllevar alguna incertidumbre en los próximos meses. En general, los avances de las negociaciones de paz con las FARC, el desempeño de la economía y el desarrollo de los acuerdos con el sector agrícola, serán factores importantes de cara a las elecciones.