Madrid.-

La Eurozona aprobó ayer el plan de ayuda a España que prevé un préstamo de hasta 100.000 millones de euros para los bancos españoles en dificultades, mientras en Madrid el gobierno presentó un nuevo cuadro de previsiones macroeconómicas que prolonga el escenario de recesión hasta 2013. 

Lejos de calmar los mercados, las pobres expectativas de la economía ibérica dispararon la alarma entre los inversionistas. El bono español a 10 años se disparó 25 puntos básicos y alcanzó un interés del 7,22% en el mercado secundario, un nivel considerado insostenible para financiarse y que podría empujar al país a un rescate total y no solo financiero por parte de Bruselas como ya sucedió con Grecia, Irlanda y Portugal.

En poco menos de dos horas de reunión telefónica, los ministros de Finanzas de la zona euro dieron “unánimemente su acuerdo a la ayuda financiera para recapitalizar a los bancos españoles”, anunció el Eurogrupo.  

Este es el cuarto rescate desde el inicio de la crisis de la deuda en 2008 después del de Grecia, Irlanda y Portugal, y el primero que se otorga solo para un sector, en este caso los bancos. La ayuda procederá del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y después del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que lo reemplazará en breve.

La cantidad exacta que necesitarán los bancos se conocerá en septiembre, al término de las auditorías de la situación del sector. Mientras tanto, la zona euro ha prometido desbloquear 30.000 millones a finales de julio para una eventual emergencia.

A cambio, la zona euro va a imponer a España condiciones estrictas que se "concentrarán" en el sector financiero. Los bancos  tendrán que presentar planes de reestructuración y colocar sus activos tóxicos en un "banco malo".

Los intereses de devolución que deberá pagar España todavía no se conocen, pero el vencimiento medio será de 12,5 años, según informó el Eurogrupo tras una reunión por videoconferencia.

Para cumplir las exigencias de Bruselas, el gobierno del conservador Mariano Rajoy, también adoptó un nuevo paquete de medidas para ahorrar 65.000 millones de euros hasta 2014, que fue aprobado el jueves por el Parlamento únicamente con los votos mayoritarios de su formación, el Partido Popular.

El jueves centenares de miles de españoles salieron a las calles para protestar por estas nuevas medidas que contribuirán, según los economistas, a ahondar la recesión y deja sin margen de maniobra al gobierno, que  lleva apenas  seis meses en el poder. Las protestas dejaron decenas de detenidos y heridos.

En efecto, el Gobierno empeoró sus previsiones macroeconómicas apuntando a que la recesión seguirá hasta el próximo año. El PIB caerá 1,5% en 2012 y se contraerá un 0,5% en 2013, en comparación con la anterior estimación de ligero crecimiento de 0,2%.

En tanto, el desempleo se mantendrá por encima de 24% durante los próximos dos años. “Hay muy poco margen de maniobra”, admitió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.