La crisis se mantendrá durante el año 2013
En el entorno económico mundial hay acontecimientos que marcaron el 2012, como los altos precios del petróleo y la crisis de la Eurozona. Sin duda, el segundo era algo que parecía imposible hace 10 años. Ese era un fenómeno de los países subdesarrollados e improbable que sucediera en los de alto nivel de desarrollo.
Como la realidad es más rica que los deseos, a los “falsos profetas” se les olvidó estudiar la crisis de otras regiones y por ende sacar las enseñanzas para evitar estos problemas. Para ilustrar la situación de la Europa del año pasado, basta con analizar los niveles de desempleo y el porcentaje de la deuda respecto al PIB.
En cuanto al primero, solo Alemania y Reino Unido están por debajo del 10%, con el 5,5% y 8% respectivamente; entre 10 y 15% están Francia, Italia, Irlanda y Portugal; y con más de 20% se encuentra Grecia; con un 22% Portugal, y España con 24,8%. Si estos indicadores nos parecen alarmantes, peor es la situación de la deuda, en la que España llega al 68,5% de su PIB y Grecia al 165,3%.
Están por debajo del 100% Reino Unido, Francia y otros. El resto de los países tiene una situación deplorable en este indicador. Por lo anterior, no es de extrañar que el Banco Central Europeo y la Organización para el Desarrollo del Comercio (OCDE) se hayan postrado ante la cruda realidad y pronostiquen una contracción para la economía de la eurozona.
Mario Draghi, presidente del BCE, dijo que la débil actividad se extenderá a este año 2013, reflejando el impacto negativo en el gasto doméstico, las bajas inversiones y la menor demanda externa. La eurozona cayó en recesión en el tercer trimestre del año y muchos analistas han pronosticado que la región se contraerá y la inflación caería al 2%.