La Copa de fútbol culminó con protestas
Miles de personas que están en contra de la Copa Confederaciones de fútbol marcharon ayer hacia el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, donde en la tarde las selecciones de Brasil y España jugaron la final del torneo.
Los manifestantes se concentraron en la Plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, a unos dos kilómetros del estadio, e iniciaron su marcha en medio de los aplausos de miles de personas que se asomaban a los balcones de los edificios.
La protesta fue contenida por un grueso cordón policial desplegado un kilómetro antes del Maracaná, que además esperaba ayer un público de unas 70.000 personas para el partido.
Según cálculos de la Policía, en la manifestación participaban unas 4.000 personas, aunque esperaban que se congregaran unas 20.000.
Con el fin de garantizar la seguridad en la zona del estadio, las autoridades movilizaron un contingente de 10.600 policías y 7.400 militares.