La campaña por referéndum de la UE se intensifica en Reino Unido
La campaña por el referéndum sobre la membresía británica en la Unión Europea (UE) se intensificó este fin de semana en Reino Unido, con una serie de eventos en distintas partes del país a cargo de los principales jefes políticos y activistas.
El primer ministro británico, David Cameron; el jefe de la oposición laborista, Jeremy Corbyn; el alcalde de Londres, Boris Johnson, entre otros, hablaron públicamente en distintos eventos.
También dieron ponencias públicas la líder del Partido Verde, Caroline Lucas, y el jefe de los Liberales Democráticos, Tim Farron.
Cameron presentó un afiche por la campaña para que Gran Bretaña permanezca en la UE, tras una ponencia en Oxfordshire ante cientos de activistas. Durante su presentación, el primer ministro advirtió a los votantes que el ‘Brexit’, como se conoce comúnmente a la salida de la UE, le costará a cada familia británica al menos 4.300 libras esterlinas ($ 6.170).
Cameron advirtió que una salida del bloque comunitario le costará a Gran Bretaña miles de millones de dólares en materia de inversión para proyectos de infraestructura.
En su presentación, el mandatario británico indicó que un voto mayoritario a favor del ‘Brexit’ significará el fin de la membresía del Reino Unido en el Banco Europeo de Inversión, que destinó en los últimos 3 años más de $ 23.000 millones al país en proyectos de infraestructura.
De acuerdo con Cameron, con la salida de la UE, Gran Bretaña no solo se despedirá de financiamiento clave, sino también verá reducida su economía, registrará nuevas barreras comerciales y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
“La infraestructura afecta la competitividad de cada empresa y la prosperidad de cada una de las familias en el país. Si gana el voto por la salida de la UE en el referéndum del 23 de junio habrá un freno a la inversión en proyectos de infraestructura que necesitamos y frenará el crecimiento económico”, agregó.
El primer ministro afirmó que el Banco Europeo de Inversión financió, entre otros, proyectos como una línea ferroviaria que une distintas ciudades del este de Inglaterra, la extensión de la autopista M8 entre Edimburgo y Glasgow, y la expansión edilicia y de laboratorios de la Universidad de Oxford.
Mientras tanto, en Londres, Corbyn declaró que los principales problemas que enfrenta Gran Bretaña son por fallas del Gobierno conservador, en lugar de por la UE.
“Mucho más la UE podría hacer si contáramos con un gobierno que toma las decisiones correctas y que tiene las prioridades adecuadas”, dijo el jefe laborista.
El líder del Partido Laborista concluyó que mientras que los conservadores y el euroescéptico Partido por la Independencia del Reino Unido “buscan reducir los derechos de los trabajadores”, un gobierno laborista “mejorará los estándares de empleo”.
“Es por ello que votaremos para seguir dentro de una UE reformada, para trabajar dentro de Europa, mejorando las vidas de los habitantes del Reino Unido. Mientras tanto, los ‘tories” (conservadores) están haciendo lo contrario”, destacó Corbyn.
Entre los políticos a favor del ‘Brexit’ está el alcalde Boris Johnson, quien habló en la capital británica “sobre los beneficios de una independencia de Bruselas”.
Por su parte, el jefe del UKIP, Nigel Farage, habló en un evento en Cheshire, en el norte de Inglaterra, a favor del grupo ‘Grassroots Out’, que aboga por la salida de Gran Bretaña de la UE, junto con la agrupación ‘Vote Leave’.
Owen Paterson, exministro conservador, afirmó que Reino Unido “se ha convertido en una colonia del Superestado europeo, obligado a integrarse más y con menos influencia”.
Lo cierto es que la última encuesta de opinión sobre el tema, concluyó el pasado 9 de mayo que un 42% de los británicos apoya la permanencia de Gran Bretaña en la UE, mientras que los que quieren abandonar el bloque representan el 40%.
La encuesta indica que el 13% no sabe cómo votará en el referéndum del 23 de junio y el 6% admitió que está indeciso. (I)
Isabel II anuncia la mayor reforma penitenciaria desde la Era Victoriana
La reina Isabel II de Inglaterra anunció ayer en la apertura de las sesiones del Parlamento la mayor reforma del sistema penitenciario de Gran Bretaña desde la Era Victoriana, en el siglo XIX.
La monarca británica, que leyó el programa gubernamental del Gobierno conservador para el próximo período parlamentario, confirmó que las autoridades penitenciarias de Inglaterra y Gales recibirán nuevos poderes “sin precedentes”. Los llamados gobernadores de prisiones recibirán el control de presupuestos y regímenes diarios de seguridad en las cárceles.
También decidirán acerca de sistemas de rehabilitación y educación para presos, y tendrán el poder para modificar los regímenes de visitas de familiares a sus seres queridos tras las rejas.
Además, cada gobernador de prisión será sometido a un control “de transparencia”, para evaluar su accionar. Las reformas afectarán a 5.000 prisioneros hasta finales de año, pero ese número aumentará a medida que se sumen más prisiones a las modificaciones. Se trata de la mayor reforma del sistema penitenciario desde el siglo XIX durante el reinado de Victoria.
Sin embargo, grupos benéficos que trabajan para mejorar la situación en las prisiones británicas indicaron que el anuncio de la reina no da respuestas concretas al creciente problema de la superpoblación carcelaria o al alto índice de suicidios entre los presos.
Richard Garside, director del influyente Centro para Estudios de Criminalística y Justicia del Reino Unido, calificó las medidas como “superficiales” y aclaró que para que funcionen “deben ser parte de un programa nacional” más amplio.
“Las prisiones están completamente superpobladas. Los presupuestos de las cárceles fueron reducidos en un tercio desde 2010, hay menos personal y más presos. Ha aumentado el número de suicidios, de autolaceraciones y abusos”, advirtió el experto.
En su ponencia en la Cámara de los Lores, Isabel II anunció la implementación de un impuesto a las bebidas azucaradas a partir de abril de 2018, medida contra el extremismo islámico, dio a conocer regulaciones a los automóviles sin conductores que comenzarán a circular en el país en los próximos meses, y mencionó restricciones contra los drones no tripulados. El Gobierno presentó 21 proyectos legislativos que serán debatidos en el período parlamentario y que en caso de ser aprobados se transformarán en ley en los próximos 12 meses. (I)
La eficiencia del mercado de la UE está en la alianza
El 23 de junio, los ciudadanos del Reino Unido decidirán si desean que su país siga perteneciendo a la Unión Europea (UE). Esta propuesta es conocida como el ‘Brexit’, palabra acuñada de la expresión inglesa British Exit (salida británica).
El proceso de creación de la Unión Europea se inició en 1951, culminando con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea en 1993. Sin embargo, el país británico solo llegó a ser parte del proceso en 1973, después de varias solicitudes de ingreso que le fueron negadas por los miembros del bloque. A pesar de la voluntad inicial, hoy, 43 años después, Reino Unido considera retirarse de esta unión.
La UE que hoy conocemos es un mercado conformado por 28 países y con más de 500 millones de consumidores. Esto les ha permitido a sus participantes desarrollar negocios de bienes y servicios con unas sorprendentes economías de escala, haciendo sus producciones eficientes y superando en mercado potencial a Estados Unidos con 350 millones de habitantes.
Este desarrollo no lo hubieran podido hacer los mercados europeos independientemente, pues sus poblaciones individuales son relativamente pequeñas: Alemania es el país más poblado de Europa Occidental con 80 millones de habitantes. Entonces, la única forma para competir en eficiencia y tamaño con las empresas norteamericanas era creando un mercado ampliado, y la Unión de Europa fue la respuesta. (I)